Brevísima guía de alternativas espirituales
¿Está por emprender una exploración espiritual y no sabe por dónde empezar? La sobreinformación y desinformación abunda en estos caminos. Tener algunos conceptos claros y escuchar las voces de expertos tal vez le ayude en su búsqueda.
Astrología
Una práctica tan ancestral como el hábito humano de mirar el cielo. Hay tantas interpretaciones sobre el destino basadas en la influencia de los astros como culturas han construido una lectura del firmamento. A pesar del paso de los siglos y las ciencias exactas que rechazan muchos de sus planteamientos, actualmente la astrología está lejos de ser marginada. Todo lo contrario: solo mire algunas cuentas en Instagram sobre el tema y se dará cuenta de su popularidad. Desde Mía Astral hasta Horóscopo Negro, los millones de seguidores suben cada año. Esto ha hecho que sean muchas las personas que también se hacen llamar astrólogos aunque no lo sean y ahí empiezan a presentarse todas las charlatanerías que han estigmatizado esta práctica. Si no, mire el documental sobre Walter Mercado en Netflix.
Lo mejor, entonces, es que esté enterado antes de ponerse a leer horóscopos. Según lo define Mauricio Puerta, astrólogo con más de 40 años de experiencia, la astrología es un idioma compuesto por símbolos basados en la idea de que el universo está cargado de una energía con la cual se ha creado todo lo que hay en él, incluidos los humanos. Así, el cielo se comporta como un cronómetro cuya energía influye en nuestras vidas por el mero hecho de ubicarnos en un punto del sistema solar. Ese cronómetro, desde la perspectiva topocéntrica, es decir, visto desde la Tierra, rige la vida de las personas y tiene a la luna como segundero, a los planetas como minutero y al sol como su horario. Estudiarlo, como a cualquier reloj, requiere de conocimientos muy precisos.
De acuerdo a la ubicación de estos al momento del nacimiento de una persona se define su destino. Ese mapa celestial a la hora de nacer es la famosa carta astral o carta natal, de la que seguramente ha escuchado y que, de acuerdo con Mauricio Puerta, no es más que la hoja de ruta de su vida: “Todos venimos con un libreto, por así decirlo, que es nuestro destino y se puede leer en la carta astral. Haga de cuenta, es como el manual de uso con el que vienen los electrodomésticos: usted puede usar una licuadora, pero seguro le saca más provecho cuando lee el manual de uso… Si usted nació como vela, al menos muérase como antorcha”, señala Puerta, que ha sido citado por todo tipo de publicaciones y autores, incluido, por ejemplo, el pisciano Gabriel García Márquez.
Por eso se recomienda que lo mejor es tener una consulta astrológica personalizada, ya que esa carta astral, como las huellas digitales, es diferente en todas las personas. Los horóscopos son descripciones muy generales de la influencia de ese cronómetro celestial en los signos, que son clasificaciones basadas en los rasgos más frecuentes de las personas nacidas en uno y otro periodo, como una especie de taxonomía, pero que no define en completo rigor a alguien en específico. “Horoscoperos hay muchos. No quiere decir que no sepan del tema, pasa que en los horóscopos solo se pueden lanzar conceptos muy generales porque van dirigidos a un montón de personas… Digamos, por ejemplo: todos los felinos son felinos, pero una cosa es ser pantera, otra es ser león, otra es ser tigre o gato… por eso los horóscopos pueden ser más acertados para unas personas que para otras… La astrología se basa en estudios muy concretos que tienen mayor precisión conociendo lo que dice la carta astral de cada persona”, anota Puerta.
Medicina tradicional indígena
Tal como lo definen las autoridades indígenas, su medicina consiste en el desarrollo y práctica de los conocimientos propios de su cultura que procuran el bienestar de una persona tanto en lo físico y mental como en lo emocional a partir de los recursos que tienen las comunidades en su territorio, todos proporcionados por la naturaleza. Eso abarca un amplio espectro que va desde remedios caseros hasta prácticas de mayor calibre como el yagé o la ayahuasca que, sin duda, ha sido la más popularizada entre las personas no indígenas. Al concebir la salud como un estado ligado a un plano espiritual, las cosas pueden ponerse un poco complejas en esos ámbitos, por eso recomiendan que lo mejor es que estas medicinas las suministre un sabedor del tema que, por lo general, son miembros de la comunidad que reciben el conocimiento de sus antepasados, se forman desde muy jóvenes y ejercen ese rol social hasta la vejez.
Por su parte, el beneficiado debe poner una fe firme en que se curará de lo que le aqueja, pero no basta con eso. Hay que tener en cuenta que, aunque la medicina tradicional indígena puede ayudar a cualquier persona, es preferible que el proceso se dé en los territorios de las comunidades porque para las culturas indígenas todo parte de su relación con ese espacio vital. “En la ONIC hemos realizado estudios que comprueban que la efectividad de las medicinas no es la misma fuera de los territorios”, dice Rosendo Ahué.
También debe tener en cuenta que no todo en la medicina tradicional indígena consiste en misticismo o viajes como los del yagé. De hecho, de los 115 pueblos indígenas de Colombia, el yagé y la ayahuasca solo la practican algunos amazónicos y de la Orinoquía que, por lo general, acuden a estas purgas una vez al año. Si alguien le está cobrando mucha plata por la experiencia, y le dice que esa es la única medicina indígena que conoce o la más efectiva, y encima dice que puede hacerlo en la ciudad, y además no es indígena y le recomienda que puede acudir a ese voltaje cuando quiera, mejor tenga cuidado.
Angelología
Tal vez sea una de las prácticas más difusas y al mismo tiempo una de las más populares actualmente. Si pregunta en su círculo cercano, seguramente encontrará a alguien que ha escuchado sobre algún angelólogo o conoce alguno. También, en internet y en cualquier librería encontrará que entre los títulos más vendidos de los últimos años en Colombia habrá alguno que trata este tema. El creciente interés por esta alternativa ha sido, en gran parte, por la cantidad de personas que dan cuenta de sus beneficios, ya sea porque han encontrado bienestar o tranquilidad en las llamadas terapias con ángeles. “La idea de la angelología es acompañar a las personas en algún proceso, además de enseñarles a recordar que tienen una sabiduría interna que de pronto está dormida”, dice Martha Muñoz Losada, angelóloga con más de 20 años de experiencia en la materia y autora del libro Lecciones con ángeles que ya lleva dos ediciones.
En rigor, la angelología es una rama de la teología cristiana dedicada a estudiar los ángeles, es decir, a las figuras bíblicas que son seres divinos al servicio de Dios. Sin embargo, hace mucho tiempo que la creencia sobre seres enviados por la divinidad para acompañarnos y protegernos dejó de ser de dominio exclusivo de la Iglesia o la Biblia. Es ahí donde entran las personas que sienten tener algún tipo de capacidad para comunicarse con esos seres, que se diferencian de los humanos por no tener ego y, por tanto, no emiten juicios. Los angelólogos interpretan sus mensajes para orientar a las personas en la búsqueda de una respuesta a alguna afectación particular que tienen.
Por lo general, dichos mensajes son muy específicos y a veces llegan conjugados en clave, como un oráculo. Algunos angelólogos son enfáticos en decir que no se trata de vaticinar hechos: simplemente dan información que reciben de los ángeles a través de sensaciones o señales (que han aprendido a interpretar con los años de estudio y experiencia) y la comunican. Aunque hay que tener fe en el tema, se recomienda no esperar algo que se quiere escuchar, sino aceptar los mensajes tal como se presentan, porque de lo contrario se genera el terreno perfecto para que algún charlatán lo incite a acudir a más sesiones que no son necesarias, y usted termine en una especie de circuito de falsas esperanzas donde le prometen más bondades que las del ginkgo biloba y la penca sábila juntos.
“Desafortunadamente sí: hay cada vez más personas que creen que por hacer un curso de una tarde sobre ángeles ya tienen la capacidad de poner un consultorio y no debe ser así… Como todo en la vida, esto requiere de entrega… Lo que recomiendo es que al ir a una consulta la persona también se deje llevar por su instinto para saber qué tan conectada se siente con el angelólogo, también depende de cómo se siente con su proceso”, dice Martha Muñoz Losada.
Meditación y mindfulness
Es una práctica presente en casi todas las religiones pero, actualmente, la corriente que proviene del budismo y otras tradiciones espirituales originarias de Asia en países como India, China y Japón, ha sido la que mayor popularidad ha cobrado durante las últimas décadas en todo el mundo. Cualquiera que sea el caso, la meditación busca estados de ánimo como la tranquilidad, la plenitud y la paz a través de la consciencia de actos físicos, como la respiración, y mentales como la reflexión o el discurrir de los pensamientos. La idea es, por lo general, que a través de esos ejercicios las personas puedan adquirir una apreciación plena sobre el presente, con sus emociones y sensaciones, para tener una mayor certeza a la hora de actuar o reaccionar.
Se dice que todas las personas pueden practicar la meditación. Sin embargo, son tantos los comentarios ligeros que se reproducen sobre la forma en que debe hacerse y, en especial, sobre sus beneficios, que es muy frecuente encontrarse con hordas de gente que ha perdido el impulso al no conseguir lo que les prometen. “La equivocación más frecuente es creer que, para alcanzar ese estado de plenitud, hay que intentar poner la mente en blanco, lo cual es prácticamente imposible. Así como respiramos casi que de manera automática, lo normal es que la mente produzca todo tipo de pensamientos, incluso aquellos que más nos atormentan”, señala Yeimy Muchotrigo Huertas, maestra yogui especializada en meditación.
Al meditar, lo que se debe conseguir es una observación calmada y atenta de esos pensamientos y sensaciones hasta hacernos conscientes de que no nos representan. También, para que sea efectiva, como en cualquier otro ejercicio, hay que tener cierta disposición y por eso se deben tener en cuenta algunas posturas corporales, además de constancia y disciplina. Lo recomendable es empezar de a poco, con metas logrables y no creer que con dos sesiones ya se logrará el nirvana. Algunas aplicaciones especializadas pueden ayudarle en sus primeros pasos o, si le quiere meter toda la ficha, puede acudir a maestros en la materia que dan sesiones guiadas.
Numerología
Esta práctica se basa en la idea de que Dios se manifiesta por medio de las matemáticas y los números por tratarse de un lenguaje divino. Al igual que la astrología y el tarot, existen todo tipo de interpretaciones de ese lenguaje ya que son muchas las culturas que han desarrollado las matemáticas de maneras diferentes. Por ejemplo, se considera que Pitágoras es el padre de la numerología en la civilización occidental, pero lo propio hicieron los mayas por su lado, lo mismo los chinos, los árabes y así sucesivamente civilizaciones que tenían amplio desarrollo matemático y una profunda tradición espiritual. Cualquiera que sea el camino, todos están de acuerdo en que los números influyen en la vida de las personas de manera exacta, energética y esotérica a través de códigos.
Por lo general, se plantean dos tipos de finalidades en la numerología: una práctica, que describe rasgos y hechos puntuales de las personas a partir de la traducción de su nombre, firma o fecha de nacimiento; la segunda es la evolutiva que, a través de una tabla de equivalencias y significados ayuda a dar interpretaciones útiles a las personas para encontrar sentido y significado a su vida y su destino. Por otro lado, se plantea que la numerología se apoya en otro tipo de conocimientos científicos y académicos, como la psicología y, por supuesto, las matemáticas, ya que no riñe con estos sino que, por el contrario, cree que adonde no llega el esoterismo puede llegar la ciencia.
Al basarse en conocimientos que requieren estudios muy puntuales, se cree que son pocos los charlatanes en la materia y que, por lo general, cuando la gente quiere acudir a la numerología es porque llega a ella después de haber pasado por otro tipo de experiencias en su búsqueda espiritual, como una especie de segundo o tercer round. Si por algún motivo tiene dudas, sepa de una vez que esta práctica nada tiene que ver con la revelación de su número de la suerte o del número con el que se ganará el chance o la lotería.
Reiki
Se trata de un tipo de terapia ancestral que por medio de una técnica denominada ‘imposición de manos’ equilibra la energía del cuerpo para sanar dolencias físicas y emocionales. Parte de la idea de que todos somos y estamos hechos de energía que proviene del universo y nos conecta con él. Esa energía fluye por nuestro cuerpo a través de siete puntos específicos en los que se concentra y se distribuye: los famosos chacras, que van de la coronilla al cóccix. Como cualquier otro aparato del cuerpo humano, los chacras pueden tener inconvenientes en su funcionamiento, lo que hace que la energía se estanque y se generen los problemas que nos aquejan.
Se dice que no hay que tener un don especial para ser terapeuta de reiki pero, como en cualquier otra terapia, la persona que lo ejerce debe instruirse en la materia. De hecho, aunque se sabe que la imposición de manos puede rastrearse hasta en el mismísimo Jesús, comenzó a formalizarse como una disciplina durante el siglo XX en Japón. Por eso, un maestro reiki por lo general está certificado en ese conocimiento, ya que él mismo dispone su cuerpo y su propia energía para organizar la de los demás, como si fuera una especie de multitoma humano, y para eso debe estar más que entrenado. “Para realizar terapias con reiki efectivas, el terapeuta debe hacer estudios, como el que tiene un fisioterapeuta, por ejemplo, pero también porque debe disponer de su energía para poder ayudar a equilibrar la de otros y eso requiere de práctica”, anota Alejandra Sotelo, maestra reiki con más de quince años de experiencia.
Es importante que sepa que el reiki, más que una solución a todos sus males, se concibe más como un apoyo que ayuda a mejorar su bienestar. Es decir, funciona más como un complemento a otras prácticas y tratamientos y, aunque no es su propósito, puede ayudarle a estimular su vida espiritual ya que le permite acercarse a la experiencia de conectarse con la energía del universo. Si alguien le promete que el reiki lo curará de alguna enfermedad grave o que debe dejar de lado un tratamiento médico porque solo puede curarse con el reiki, es mejor que pare bolas porque seguramente lo pueden estar timando. “Hay casos registrados de personas que se han curado de cosas muy complejas con reiki, pero nadie debe persuadirte de dejar de lado un tratamiento médico bajo la promesa de que el reiki es lo único que te va a curar”, aclara Alejandra Sotelo.
Tarot
En el cine, en la televisión, en la literatura, en infinidad de leyendas… por algún lado se nos ha metido la idea de la existencia de cartas que, de alguna manera, hablan de nuestro pasado, descifran nuestro presente y vaticinan nuestro futuro. Esta práctica, lejos de pertenecer a ideas oscurantistas, maléficas o fantásticas, es un método de consulta y adivinación practicado desde hace siete siglos y se ha expandido en gran parte del mundo. Consiste, en efecto, en barajas de naipes que representan arcanos, una serie de gráficos alusivos a situaciones de la vida humana pertenecientes al subconsciente colectivo. Se pueden encontrar cualquier cantidad de barajas, desde la egipcia que es una de las más tradicionales, hasta la de los duendes y los ángeles. Por lo general, se componen por 22 arcanos mayores y 56 menores.
Ante una inquietud, la persona revuelve la baraja, la divide en dos partes (que representan su lado masculino y femenino) y de a poco va seleccionando una y otra carta. Así el tarotista va interpretando cada uno de los arcanos para dar respuestas. Muchos de ellos se inclinan por recalcar que más que un elemento de predicción, el tarot debe concebirse como un elemento de autoconocimiento. Ahí radicaría su aporte en la vida espiritual de las personas, ya que al proporcionar información que aclare dudas sobre su pasado, presente y futuro obtienen mayores certezas sobre sí mismos. “Solo el hecho de tener cierta información te da tranquilidad porque te despeja ciertas incertidumbres… así ya sabes qué decisiones tomar con respecto a algo que quieres saber, que por lo general está relacionado con crisis que vivimos todos los humanos: problemas económicos, emocionales, buscar pareja, hacer un emprendimiento o inversión”, explica Claudia Restrepo, tarotista con 22 años de experiencia.
Sobre su efectividad, especialmente en lo relacionado con las predicciones, lo mejor es que a la hora de acudir a un tarotista sea por medio de una recomendación de alguien de confianza que ya lo haya comprobado en su experiencia personal. Por ningún motivo acuda o empiece con esas consultas que se anuncian en papelitos pegados en paredes y postes en la calle que prometen hacerlo rico o devolverle al ser amado. Por lo general, dicen los tarotistas, son personas expertas en leerlo a usted, más que a la baraja, y le dicen cualquier cosa que usted quiera escuchar con tal de sacarle plata. “Tampoco se debe confiar mucho en alguien que dice saber todo sobre el tarot… En realidad, el estudio del tarot nunca termina, siempre estás aprendiendo con cada sesión que realizas… simplemente vas adquiriendo más experiencia”, anota Claudia Restrepo.
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