¿Qué hacen los artistas urbanos en cuarentena?
El aislamiento preventivo ha provocado numerosos cambios en todos los sectores de las artes. En esta ocasión ponemos la mirada sobre el arte urbano y sus creadores para ver de qué manera están sobrellevando la situación y qué reflexiones han surgido desde su perspectiva.
on el inicio de la cuarentena, también comenzó un periodo de incertidumbre para muchos artistas urbanos, muralistas y grafiteros del país. Los efectos del aislamiento preventivo se pueden ver en lo económico: la cancelación de proyectos ha sido un problema para estas personas, quienes viven de poder realizar su trabajo en la calle y del mismo modo darse a conocer a nuevos clientes. Pero también en lo creativo, ya que varios artistas han buscado formas de replantear su oficio para llevarlo por otros rumbos.
Más allá de las nuevas obras que podamos experimentar en el futuro, ya sea por parte de artistas urbanos, fotógrafos, ilustradores o cineastas; siempre vale la pena recordar que estas son creadas por personas susceptibles a los cambios que ha traído consigo la pandemia del Coronavirus, y que siempre es valioso ver cómo estos estos gremios reaccionan y se adaptan a lo que está sucediendo, ya sea desempolvando proyectos personales, explorando nuevos formatos, buscando formas de mantenerse relevantes o haciendo crítica de la situación.
Por ese motivo decidimos conversar con algunos artistas y colectivos de arte urbano para ver cómo los ha cambiado la cuarentena y qué reflexiones han surgido a partir de su quehacer con las brochas, las pinturas y los aerosoles.
Mirar hacia adentro
“Cuando comenzó la cuarentena se cayó absolutamente todo. La sensación de incertidumbre, ese primer choque, a uno lo pone a pensar varias cosas y a proponer varias otras”. Así lo describe Gavilán, un artista pastuso que vive en Bogotá y que habla de la situación en términos de resistir y reinventar. Y es cierto que esta última palabra, “reinventar”, se ha convertido en un nuevo cliché de la pandemia. En los últimos meses no hemos dejado de reinventar marcas, empleos, hábitos de consumo, espacios y otro sin fin de cosas a nuestro alrededor; sin embargo, en términos de arte esta palabra es sumamente significativa, no solo por la carga de referirse al sustento diario de una persona, sino por las creaciones que puedan surgir a partir de esa reinvención.
Otros artistas como Sara Cifuentes y Tonra hablan de la cuarentena como algo que puso un alto a sus posibilidades de viajar al mismo tiempo que trabajaban en su arte. “Siempre buscaba proyectos afuera”, explica Sara, “ya fuera pintando en exposiciones, charlas o incluso festivales”. Este freno obligado ha hecho que muchos retomen el estudio casero como centro de operaciones y espacio permanente de creación.
En el caso de Gavilán, estar en casa, establecer rutinas y seguir haciendo arte le ha servido para sobrellevar el aislamiento. “Me dio tiempo para retomar proyectos personales que estaban pausados porque tenía otras ocupaciones”. Uno de esos proyectos se llama Orégano, una marca que asocia la música y distintos tipos de productos con la marihuana. Allí explora temas que, según él, son sus pilares a la hora de dibujar y crear. “Se trata de mercancía para fumar pero con algo más de sentido. No es solo ‘venga fumemos’, también hay un concepto ligado a la música y al compartir”.
Sara Cifuentes (S.Cifu) también ha tratado de darle sentido al encierro a través de su arte. “las primeras dos semanas de la cuarentena estaba un poco preocupada pensando qué irá a pasar. Pero a la vez fue chévere porque normalmente manejo un ritmo un poco pesado para mí y la cuarentena significó un freno. Empezó un proyecto de conocer nuevas facetas de mí misma, estar en casa. Hacía mucho no disfrutaba mi espacio como lo estoy haciendo. Aprender a tener una rutina más tranquila. Creativamente me ha ayudado que empecé a meditar y me ha abierto una visión interesante sobre las cosas.
Otras formas de trabajar
Muchos artistas urbanos son también diseñadores o ilustradores. En el caso de Sara, aunque se detuvo la posibilidad de pintar en las calles, ha conservado sus clientes como diseñadora, lo cual le ha proporcionado estabilidad durante este tiempo, además de la posibilidad de enfocarse en otros proyectos de su marca personal, mercancía y otros formatos como cuadros.
Gráfica mestiza es un colectivo de la ciudad de Cali enfocado en la investigación y difusión del arte urbano. De acuerdo con su director, Jesús David Rodríguez, otra forma en la que se han visto afectados los artistas urbanos es en la disminución de ventas de mercancía de su marca personal. Claro que en este punto es difícil generalizar, ya que esto también depende de cuantos seguidores tenga el artista. Sin embargo el cierre de espacios relacionados al graffiti como tiendas y galerías, además del aplazamiento o cancelación de eventos generan un impacto significativo.
“Muchos espacios culturales vivían de hacer eventos los fines de semana y vender ahí. Por ejemplo la Casa Bogotá Graffiti en la Candelaria, o La Grafiteria en la calle de la escopeta en Cali, o La Galería 13 en la comuna 13 de Medellín. Varios artistas urbanos tenían ahí carteles, prints, serigrafías, camisetas, cosas así, y han dejado de recibir ingresos por ese lado. Al principio todo el mundo entró en la mentalidad de que nadie iba a gastar plata en arte porque no era necesario y había que guardar para el papel higiénico y la comida”, explica Jesús David.
Otra forma que han buscado los artistas para seguir pintando son las convocatorias. Es así como Rito sin sermones, una creadora de Cali ha logrado mantenerse por medio de sus trazos. “Surgió la posibilidad de presentar un proyecto a la secretaría de cultura de Cali en los estímulos en el área del arte urbano relacionado con la post pandemia. Resultó y en ese proceso voy a poder volver a pintar”, cuenta ella, quien también dice que en retrospectiva, valora la libertad que tenía para juntarse con amigos a para pintar el mural en el que estaba trabajando cerca de su casa o para asistir a eventos.
El artista Tonra también ha buscado presentarse a convocatorias para mantenerse activo durante la cuarentena. Para él, a pesar de que ha sido un tiempo difícil, también le ha permitido replantear aspectos de su arte. “No sólo desde la técnica sino desde los conceptos que uno maneja. Uno como artista urbano siempre está en la calle trabajando constantemente, pero ahora me volqué completamente sobre el estudio haciendo muchos retratos, pinturas en pequeño formato y trabajando sobre lienzo. Ha sido más de sentarme a investigar, entonces ha sido valiosa esta experiencia”.
El aislamiento ha traído consigo una necesidad de mirar hacia adentro. “Eso trae al principio un poco de caos”, dice Tonra, “pero también salen reflexiones a partir de la creación. Últimamente estoy empezando a trabajar personajes en esa relación del hombre y la naturaleza de una manera diferente a lo que venía manejando. Cómo está afectando todo esto de la pandemia al ser humano. Si empieza a tener una mirada diferente a la que tenía con todo esto que estamos viviendo”.
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