Cinco mandamientos de un portafolio digital
¿Cómo mostrar quién es usted y de qué está hecho en un medio con sobreoferta profesional y con cierto tufillo de mala reputación?
No tenemos la última palabra pero, seguramente, tener un buen portafolio digital le ayudará.
Atrás quedaron los tiempos en los que se tocaban puertas con una carpeta llena de trabajos y experimentos creativos debajo del brazo. Hoy, las oportunidades de llegar con su trabajo y talento al mundo entero están a solo un clic de distancia. Sin embargo, de cómo lo haga depende el éxito o el fracaso de su cruzada. Estos son cinco mandamientos para tener en cuenta antes de aventurarse a tener un portafolio digital:
No hay razón para inventar lo que ya está inventado. Utilice una herramienta fácil de usar, compartir y, sobre todo, actualizar. Si usted no es un experto en creación de paginas web puede encontrar en la red plataformas como Behance o Cargo Collective (entre muchas otras) que le serán útiles para mostrar su trabajo de forma profesional a un bajo costo o incluso gratis.
Al mostrar su proyecto sea honesto. No copie, no imite y no trate de parecerse a lo que está haciendo ese fulano que tiene un trabajo tan bonito. Tener una sola línea grafica que hable de usted no solo le ayudará a consolidarse, también fortalecerá sus conocimientos y, poco a poco, le ayudará a tener un estilo propio.
Suena a frase de cajón, pero hacer menos no significa hacer poco. Punto. Escoja muy bien las creaciones que va a mostrar sin importar que sean solo un par; recuerde que un trabajo personal puede ser mejor apreciado que una gran campaña para una famosa marca. Escoja los proyectos realmente buenos; si hay algo que no le gusta, si piensa que le falta un poco de elaboración o que cierta pieza no le convence, descarte o deje las cosas en proceso.
No hay que tener una versión para cada opción de trabajo. Un solo portafolio, expuesto con honestidad y con lo que sabe hacer, le dará más tiempo para crear nuevos proyectos y le demandará menos trabajo a la hora de actualizar. Es decir: no se invente su estilo según cada cliente al que se dirige.
Retomar proyectos viejos, ideas inconclusas y tomar de nuevo las tijeras y el papel pueden ser la diferencia de su trabajo frente al de los demás. Tome nuevos retos pensados y desarrollados en grande. Cada creación, sea paga o no, es una oportunidad de hacer portafolio; no hay que esperar a trabajar en la mejor agencia del mundo o tener esa tan anhelada oportunidad en cierto estudio de diseño. Tener un buen proyecto para mostrar esta acá y es ahora.
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