Cuerpo y territorio: la diversidad en defensa del medio ambiente

“[Yo] he viajado a hacer trabajo de campo y he conocido la ruralidad colombiana y sus historias, esto ha hecho que se intensifique en mí [el deseo de] trabajar para las comunidades que han sido invisibilizadas”, comienza explicando Kevin Nieto, quien quiso darle un enfoque equitativo en género, edad, etnia, raza y orientación sexual a los personajes que le darían vida e identidad a la cartilla Cuerpo y territorio: mujeres y personas LGBTIQ+ en la defensa ambiental y al juego de cartas La Manigua, ambos proyectos de la Asociación Ambiente y Sociedad (AAS). 

AAS le dio a Kevin libertad creativa para el desarrollo gráfico de las cartas y líneas para ilustrar la cartilla con el propósito de darles vivacidad, claridad y diversidad desde el diseño. Este diseñador amigo de la casa ha hecho parte de la selección del Salón Visual Bacánika y, de hecho, ha trabajado en otros espacios y proyectos por más de seis años para que las personas conozcan mejor los protagonistas, historias y entornos naturales y rurales de Colombia. Esto con el objetivo de que su memoria quede plasmada en sus obras, o como él mismo lo describe:

La Asociación Ambiente y Sociedad es una organización no gubernamental (ONG) que trabaja por la protección del medio ambiente en Colombia con enfoque en los derechos humanos, desde hace más de diez años para generar cambios positivos en la regulación, las políticas, la toma de decisiones y las prácticas en asuntos ambientales. Y fue siguiendo estas líneas de trabajo que nació este proyecto que parte de la necesidad de ayudar a crear y fortalecer políticas que protejan el medio ambiente y los derechos de mujeres y personas con orientación sexual e identidad de género diversa que trabajan por esta causa en los territorios.

La diversidad en la naturaleza como un reflejo de la diversidad humana

La cartilla Cuerpo y territorio invita a reconocer el cuerpo como el primer territorio que habitamos estableciendo una relación con el cuerpo de mujeres y personas con orientación sexual e identidad de género diversa que al igual que la naturaleza, son explotados y violentados por un mismo sistema de violencias: el patriarcado, las prácticas extractivistas que trae el capitalismo, la colonialidad y la heteronorma.

“Quisimos reunir en un solo documento todas las reflexiones que se han dado en estos espacios focalizados y brindar conclusiones colectivas”, explica Sofía Díaz Echeverri, investigadora y una de las autoras de este proyecto. “[La elaboración de esta cartilla] permite seguir avanzando en este diálogo, construcción y acercamiento para que se lleve a la implementación política con el territorio y la defensa ambiental”.
La elaboración de Cuerpo y territorio recogió información de dos grupos focales, uno nacional y uno en el Putumayo, así como una revisión a las teorías construidas desde los ecofeminismos, feminismos comunitarios, populares, territoriales y la ecología queer; además de incluir una compilación de normas pertinentes para el proyecto. Esto ya que desde la mirada de la ecología queer, por ejemplo, existe esta conexión que nos permite comprender que la diversidad humana se asemeja a la diversidad de la naturaleza, que el cambio es la única constante dentro del tránsito evolutivo de todas las especies.

Una de las problemáticas que la cartilla busca atender es la invisibilización de estas comunidades que defienden el ambiente, particularmente las mujeres y personas LGTBIQ+, que enfrentan riesgos y amenazas por ser quienes son, justamente para ofrecerles herramientas con un enfoque preventivo así como conocimientos sobre los recursos que brinda el Estado para garantizar sus derechos, con el objetivo de que puedan exigirlos. 

Esta lucha común que atraviesa el cuerpo y el territorio es un desafío, entre otras cosas, porque en muchos territorios rurales existe la idea de que las ciudades son las creadoras de estas identidades diversas, lo cual fragiliza el vínculo de estas personas con su entorno, lo que los lleva muchas veces a desplazarse de su territorio por las distintas violencias a las que se ven expuestos.
Y con el propósito de ofrecer nuevas oportunidades para que la comunidad se divierta mientras reflexiona sobre sus integrantes y territorios, hace memoria y se apropia de diferentes herramientas para resolver conflictos, fue que se propuso diseñar también el juego La Manigua.

Cuidado se lo come la Manigua

La Manigua fue pensada como una herramienta de aprendizaje para promover la participación comunitaria, abordando conceptos que suelen ser complejos de una manera más lúdica, lo que permite poner sobre la mesa diversas visiones y construir una participación multilateral. “El juego tiene preguntas y acciones, pero no da ningún concepto específico, porque la idea es generar una construcción colectiva y una guía para poder fortalecer el pensamiento crítico y la resolución de conflictos”, explica Jully Mantilla Portilla, autora y constructora de este proyecto.

Por eso precisamente se escogió la manigua como metáfora, como nombre para el juego: con el fin de visibilizar la complejidad social con la que trabajan estas comunidades por la defensa ambiental, para buscar transformar lo que se percibe como caos en diversidad. 

Dadas las particularidades de este proyecto, era necesario contar con una persona que diseñara desde la experiencia con trabajo con comunidades. Es así como la Asociación propuso a Kevin Nieto el desarrollo gráfico del proyecto, teniendo en cuenta su trayectoria que abarca el trabajo como Ilustrador Digital y Diseñador de Comunicación Visual en el Instituto de Estudios Interculturales de la Javeriana de Cali y el Centro Nacional de Memoria Histórica, donde ha conocido y trabajado con comunidades afro, indígenas, campesinas, y víctimas del conflicto armado. Bagaje del cual se ha servido para amplificar desde lo visual todo el proyecto. 
En el proceso de ilustración de cada carta del juego, Kevin se enfrentó a la tarea de asociar conceptos, algunos más complejos que otros, con el medio ambiente. Por ejemplo, en la ilustración Juntanza, donde varias manos toman un caldo o remedio casero de una totuma. “Cada mano tiene un tono diferente, y pueden ser de hombres o mujeres”, explica Kevin de la ilustración.

Compartir para distribuir

La presentación y publicación de la cartilla Cuerpo y territorio: mujeres y personas LGBTIQ+ en la defensa ambiental, se realizará el 2 de mayo en la Feria del Libro 2024 en Bogotá, dentro de la sala FILBO LIJ. En una charla de 1:00 a 2:00 de la tarde se compartirán copias de la cartilla y el juego gratuitamente a los asistentes, además de ampliar detalles de este proyecto. 

Pero la distribución no termina ahí. La Asociación Ambiente y Sociedad busca que este proyecto llegue a distintos lugares colombianos, “se realizará un ejercicio de compartir la cartilla y el juego en los territorios con el equipo de Ambiente y Sociedad”, explica Jully Mantilla. “La idea es generar un efecto en bola de nieve para que estas personas a las que les compartimos los productos, también puedan hacerlo”. De igual modo, cualquier persona que esté interesada en obtener la cartilla o el juego de cartas, también podrá solicitarlo directamente al correo de Ambiente y Sociedad que encontrará en su página web.