Mitos y realidades del alcohol
El alcohol.“La embriaguez es un suicidio transitorio: la felicidad que proporciona es puramente negativa, pues constituye una sensación momentánea de la desdicha", escribió Bertrand Russell.
El olvido es la finalidad del alcohol, olvidar el dolor, olvidar el desamor, la vergüenza, las obligaciones, el pudor, olvidar que no hay plata, que el trabajo pesa en el ánimo, olvidar la realidad. Alterar la conciencia. Los mitos sobre el consumo se ajustan a sociedades e imaginarios: que engorda, que mezclarlos produce una aceleración de la borrachera, que despeja remordimientos y vergüenzas, que es el camino del deseo. Sin embargo, la mayoría de ellos no son más que justificaciones de borracho o creencias populares.
Hay un dicho que es cierto: Todo en exceso es malo. El consumo de alcohol en grandes cantidades afecta la salud, pero en forma moderada puede generar ciertos beneficios. Esa cantidad moderada, ese margen permitido que no trae complicaciones, equivale a la ingesta máxima de una o dos bebidas alcohólicas al día para los hombres y de una para las mujeres. En medidas concretas a 330 cc de cerveza, 150 cc de vino, o 40 cc de licores de elevada graduación (coñac, whisky, vodka, ginebra, ron o aguardiente). Aunque puede argumentar, frente a los prohibicionistas del alcohol, que beber esas cantidades trae beneficios para la salud, no hay que exagerar; no se recomienda consumirlas todos los días para evitar caer en una dependencia que termine en adicción. Además, beber demasiado produce enfermedades del hígado y puede favorecer ciertos tipos de cáncer y enfermedades del corazón.
El doctor Santiago Rojas Posada, médico especialista en cuidados paliativos oncológicos; en homeopatía y esencias florales, columnista y autor de varios libros, derrumba y respalda algunos mitos sobre el consumo de alcohol.El alcohol no es una droga.
El Alcohol no es una droga.
Falso. Es una droga dentro del grupo de las depresoras del sistema nervioso central y tiene efectos, con diferente intensidad, en todo el organismo.
El alcohol desinhibe y estimula.
Falso y verdadero. Como es una droga depresora, inhibe progresivamente las funciones cerebrales. Afecta la capacidad de autocontrol e, inicialmente, produce euforia y desinhibición, por lo que suele confundirse con un estimulante.
Cualquier sorbo de alcohol es malo para la salud.
Falso. El consumo moderado de alcohol es beneficioso en términos de prevención primaria y secundaria de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica y de la cardiopatía isquémica (trastornos por obstrucción y suministro de oxigeno). Aún en cantidades mínimas, puede ser perjudicial para quienes tienen predisposición genética o mental para adicciones y otras alteraciones psiquiátricas.
Comer antes de tomarse unos tragos, los ‘daña’.
Falso. Las bebidas alcohólicas es mejor consumirla teniendo algo de comida y agua en el estómago. Con esto se retarda su absorción ya que hay menos conentración de alcohol en la sangre.
Las mujeres se emborrachan más rápido que los hombres.
Cierto. El cuerpo de la mujer tiene menos agua, por lo que se logran más altos y rápidos niveles de alcohol en sangre. Además, como las mujeres suelen tener menor peso corporal, se requiere menos cantidad de licor para producir el mismo efecto que en el hombre.
La cerveza no emborracha.
Falso. Lo que embriaga es el número que se ingiera. La cantidad de alcohol que cada cerveza de 330 ml contiene es similar a la cantidad de alcohol que contiene una copa de vino de 150 o un vaso de whisky de 40 ml.
Existen muchas variables que afectan la forma de reacciones al alcohol: el peso, la hora del día, el estado de ánimo, la bioquímica del organismo, entre otras.
El trago engorda.
Falso. El consumo moderado de cerveza, whisky o vino no produce sobrepeso; una mayor cantidad, sí. Las bebidas mezcladas o los cócteles pueden generar sobrepeso por la cantidad de azúcar que contienen.
Mezclar es lo que emborracha y da guayabo.
Falso. Es la cantidad de alcohol la que produce embriaguez y resaca, así sea de un solo tipo de licor. Las bebidas azucaradas que contienen alcohol pueden aumentar la hipoglicemia al siguiente día y agravar el malestar.
Beber cada ocho días no hace daño ni me hace un alcohólico.
Falso. Si el consumo es alto, así sea ocasional como el caso del bebedor de fines de semana, afecta la salud y puede generar alcoholismo. Lo que influye es el tiempo de consumo y la susceptibilidad personal.
Haga ejercicio para que “sude” el alcohol.
Medio verdadero. El alcohol se elimina por varias vías. El ejercicio puede ayudar en poca medida. Entre el 5 y el 10 por ciento del alcohol se elimina en los pulmones, a través del aire aspirado, en forma de sudor y mediante la orina, el resto se elimina en el hígado por vía bioquímica.
Trago + sustancias sedantes = efecto mayor.
Verdadero. El alcohol aumenta el efecto sedante que tenga la otra sustancia. También se producen interferencias con antibióticos, antidepresivos, antihistamínicos, barbitúricos, relajantes musculares, analgésicos, antiinflamatorios, entre otros.
Tome café para que se le pase la borrachera.
Falso. Hasta ahora, no se conoce ninguna sustancia que acelere la eliminación del alcohol. Como la cafeína es un estimulante y el alcohol un depresor, una taza de café fuerte puede ayudar a mantener despierto a un sujeto alcoholizado, pero no a "bajarle la borrachera".
Si usted quiere aprender a disfrutar del alcohol, sin que afecte su salud, trate de poner en práctica algunas de estas recomendaciones y conozca su cuerpo para determinar cuáles son las que más le convienen.
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