Trama, expendio de diseño puro y colombiano
En agosto de 2013, cuatro personas (tres hombres y una mujer), todos profesores universitarios, recuperaron una casa abandonada en Teusaquillo. Durante tres meses, y con la ayuda de amigos, cerveza y comida, sacaron ratas, botaron la basura, empañetaron y estucaron las paredes y barrieron el polvo acumulado durante años de abandono. Los vecinos se acercaban y les preguntaban, un poco preocupados, si iban a montar una carpintería o una discoteca. Pero no, ellos tramaban algo más pecaminoso: un expendio de diseño.
Trama es una tienda que nació como antítesis de los locales comerciales que venden productos “bonitos” para el hogar, la oficina, la universidad o las personas, casi todos hechos en China. La filosofía de Trama se basa en cuatro pilares que, según sus fundadores, muchos negocios no tienen: buena atención, diseños de autor en series cortas (sin ser maquilados), precios justos y respeto, tanto por el proveedor como por el comprador.
En el local venden desde jabones hasta materas, pasando por ropa y piezas únicas de arte gráfico. Los precios van desde $5.000 hasta $2.000.000 y las marcas, 100% colombianas, varían según el producto: Machaka, Robota, Qué cuquera y La gracia de las gracias, entre otras, pululan en las tres secciones de la tienda.
“Somos un proyecto comercial”, dice Marcel, diseñador gráfico y uno de los socios de Trama, “pero queremos ir más allá”. Por esa razón no solo venden, no solo trafican productos. También tienen espacios donde exponen obras de artistas, organizan talleres, fiestas, proyecciones, conciertos, ferias y hasta jornadas de adopción y vacunación de perros.
La gente que va a Trama puede entrar sin comprar algo, puede tomarse unas cervezas, hablar con los dueños, jugar con Porno (el gato de la tienda) o chismosear. No hay obligaciones contractuales.
“Algunas personas llegan aquí y dicen que están conspirando con Trama o que están consumiendo diseño, no productos. Algunos nos conocen como El Expendio”, confiesa entre risas Mónica, una de las socias.
Y es que los fundadores, consciente o inconscientemente, con resultados o sin ellos, buscan, desde su lanzamiento en noviembre de 2013, educar, formalizar y disciplinar el diseño en tramas que van más allá del intercambio comercial.
“Sabemos que la gente no dejará de vivir si no tiene estos productos, pero también sabemos que lo que vendemos hace que la vida de la gente sea más feliz”, concluye Marcel.
Por eso, para que ustedes intenten ser felices, les recomendamos visitar y traficar en Trama (Calle 43 No. 18A-10); como dicen sus dueños: ese tipo de cosas nos trama.
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