Pasar al contenido principal

 

Escribe más de 3 caracteres

La salud y la prisa

La salud y la prisa

Fotografía

El trabajo en una ambulancia es tal como lo imaginamos: estresante, complejo, extenuante. Al final, se encuentra la grata recompensa siempre que se salva una vida.separador

Martha, de 86 años, llevaba varios días con una insuficiencia pulmonar. Jadeaba en su cama todo el día, y a través de una cánula (una manguera plástica muy fina) recibía un soplo permanente de oxígeno medicinal. Cada día sus hijos llamaban temprano al servicio de ambulancias de la empresa Su Aliada: un médico y un auxiliar de enfermería que llegaban listos para hacerle terapias respiratorias. Le ponían una mascarilla, y con el vapor del oxígeno ella inhalaba medicamentos que iban directo a sus pulmones.

Ambulancia Rozo Fotos 0001

Esa terapia de sostén empezaba a volverse rutina. Pero un martes, a primera hora, la familia llamó al servicio de ambulancias con una solicitud distinta: Martha había fallecido a las tres de la mañana, dijeron. Y necesitaban con urgencia el certificado de defunción.

* * *

Ella fue el primer paciente que atendió esa mañana la ambulancia 23. En el vehículo viajan siempre tres personas: el conductor, John Pinilla; el auxiliar de enfermería, Yair Unibio; y el médico Iván Monroy. Sentado en el puesto del copiloto, Monroy hizo un gesto de pesar y dijo que esa no era la mejor manera de iniciar el día.

Pero a veces toca. Entre los pacientes que atendemos están los casos terminales: casi siempre viejitos que están muy complicados. Uno los atiende y hace lo que humanamente puede. Después los deja en las manos de Dios.

Monroy, un especialista en urgencias de 52 años, con quince mil traslados en su hoja de vida, se topó temprano con su vocación:

Yo estaba interno en Arauca y muchas veces tuvimos que trasladar pacientes a hospitales de Santander. A veces nos tocaba ir hasta Venezuela, para llevar gente a hospitales de aquel lado. En esa época las carreteras no servían.

Monroy habla de vías mientras la ambulancia, una Renault modelo 2011, llena de equipos e insumos médicos, se desplaza con suavidad sobre el asfalto de Bogotá. Pinilla trepado sobre el volante, la espalda nunca en reposo apura a los demás conductores con una bocina pertinaz que pone nervioso a cualquiera. Y la pesada masa de vehículos abre camino como un rebaño ante la voz de un hombre a caballo. A pesar del estrés natural, Monroy se ve cómodo en su trabajo:

Este es un mundo que es bueno vivirlo si le gusta a uno. Pero hay que saber hacerlo. Lo ideal es estabilizar al paciente en el sitio antes de trasladarlo, y no trabajar en movimiento.

Ambulancia Rozo Fotos 0002

Varios minutos más tarde llegamos a un apartamento en Suba Salitre. La paciente, una señora en sus cuarenta, llamó por una gripe congestionada. Pero en el examen físico Monroy descubrió que tenía la presión muy alta:

¿Se tomó la droga?

Sí, esta mañana.

¿Seguro?

Sí, seguro.

Listo. Tiene que cuidarse mucho la presión.

En el ascensor, ya de salida, el doctor explicó:

A veces los pacientes dicen mentiras; les da pena decir que no se tomaron el medicamento. Fíjese, ella llamó por una gripe, y resulta que tiene algo más grave. Eso pasa mucho: nos llaman por una cosa y encontramos que la situación es otra. Esa presión alta, si no se cuida, la puede matar.

Ambulancia Rozo Fotos 0005

* * *

Vivimos acostumbrados al cliché: una ambulancia cruza la ciudad entre volantazos de vértigo y rugido de sirenas. Pero esa es solo la excepción. La sirena se enciende nada más en casos de urgencia real: un código rojo; es decir, momentos cuando está en auténtico riesgo la vida del paciente. De lo contrario, si puede esperar, el conductor acciona un único pito intermitente y molesto que dice “voy apurado, pero no tanto”. Cuando veamos pasar una ambulancia, sabremos que lleva un paciente si arriba, además de las rojas y las azules, van encendidas unas luces blancas. Si éstas van apagadas, la unidad se desplaza vacía en busca del enfermo.

Aquella mañana, salvo por el deceso de doña Martha, iba siendo una jornada común. El equipo de la ambulancia 23 atravesó varias veces la ciudad de oriente a occidente (recorren un promedio de doscientos kilómetros diarios); decenas o un centenar de calles en cada trayecto, siempre buscando direcciones y orientándose en medio del tráfico diurno. Antes de mediodía habían atendido cinco casos (logran un máximo de diecisiete en cada turno de veinticuatro horas; la visita más corta dura veinte minutos; la más larga, dos horas); y parecía que ese sería el ritmo, hasta que llamaron porque había un niño enfermo.

Ambulancia Rozo Fotos 0008

El paciente esperaba con su mamá en una IPS de El Tunal. Pinilla estacionó la ambulancia sobre un ancho andén y allí esperó mientras el médico y el enfermero lo traían en la camilla. El niño salió conectado a una bala de oxígeno portátil, tosiendo y llorando sin consuelo.

Era justo mediodía y el trancón estaba denso. El conductor manejaba con bríos, pero no demostraba angustia. Antes de conducir la ambulancia, Pinilla trabajó escoltando a políticos y millonarios: otros pasajeros urgidos.

Me gusta la velocidad dijo él, sin quitar la vista del camino. Pero con esa gente no tenía vida social. Y ya cuando usted tiene esposa e hijos, necesita tiempo para atenderlos. Aquí estoy mejor.

Las ambulancias chocan a cada rato con otros carros, pero generalmente reciben abolladuras menores. Quienes conducen estos vehículos reciben de la Cruz Roja un entrenamiento en manejo defensivo.

Uno maneja la ambulancia y tiene que estar pendiente de los demás, prever qué van a hacer los otros conductores explica John. En el curso, además del manejo de las luces y la sirena, uno aprende a moverse con seguridad en la calle.

Ambulancia Rozo Fotos 0007

En uno de tantos semáforos rumbo a la Clínica Colombia, él pitaba y pitaba abriéndose espacio en un tercer canal por el medio de la vía. Otro conductor, justo al lado, empezó en su carro una maniobra difícil, hacia adelante y hacia atrás, en un afán por apartarse del camino. Hasta que por fin lo consiguió. Pero no contento con eso, el sujeto bajó su vidrio y batió un brazo arengando a otros conductores para que lo imitaran. Si un chofer de ambulancia pudiera escoger, sin duda querría ver en la calle solo conductores así de proactivos. Monroy, acostumbrado a miles de conductores indiferentes, se veía sorprendido:

En todo el tiempo que llevo en esto, primera vez que veo a alguien hacer eso.

* * *

Hace falta mucho aplomo para coordinar un grupo de ambulancias. Desde la oficina de la empresa Su Aliada, en el barrio Gaitán, Sandra Silva es una de las encargadas de la central. Ella viste siempre una chaqueta gruesa de color azul, y sobre el pelo recogido lleva un auricular de manos libres. Trabaja sentada frente a un computador, junto a un ventanal que da al parqueadero donde estacionan las ambulancias. Detrás de ella hay un tablero con los números de las unidades que están de turno. Y a su lado, un mapa de Bogotá. Alrededor de la pequeña Sandra gravitan las vidas de muchas personas: quinientas llamadas recibe cada día (llegan por un conmutador, a través de un radioteléfono o por correo electrónico). Y para agilizar esa atención, ella y los hombres en las ambulancias se comunican a través de códigos que designan distintos eventos: “paciente hombre”, “vamos en camino”, “paciente fallecido”. Maneras de nombrar los azares.

* * *

La salud de los pacientes es el gran reto de esta gente, pero los dilemas no parecen agobiarlos: están habituados. Su gran enemigo es la movilidad. Y Bogotá, lo dicen todos, está cada día peor. Los automovilistas no ayudan, el trancón no cede, las direcciones a veces se complican y, para colmo, la gente llama por urgencias que no son tales. Algunos impacientes llaman de forma simultánea a dos empresas distintas, y ocupan recursos que alguien más podría necesitar.

Cuando el congestionamiento es impenetrable, las ambulancias pueden usar la calzada de Transmilenio. Pero cada conductor debe llamar al sistema y pedir una clave de acceso especificando su recorrido. Si lo sorprenden sin autorización, habrá multa. Otra cosa: el SOAT obliga a todas las ambulancias a detenerse si encuentran en su trayecto a una persona herida. El equipo debe estabilizar al paciente antes de continuar su camino. Monroy y sus compañeros tienen muchas anécdotas, pero recuerdan de manera especial un accidente entre dos buses de Transmilenio que dejó más de ochenta heridos. La Secretaría de Salud pidió apoyo a distintas empresas, y cada una mandó dos ambulancias al lugar del siniestro.

Ambulancia Rozo Fotos 0009

Rumbo a la Clínica Colombia tomamos la calzada exclusiva de los buses durante varios kilómetros. La marcha fue rápida y ganamos un tiempo valioso, pero pronto encontraríamos un nuevo cuello de botella.

Cuando llegamos con el niño de la tos, su papá y un hermano estaban esperando en la entrada de urgencias. Él bajó con su mamá y todos juntos entraron en la clínica. Allí fue la sorpresa: un centenar de personas saturaba el área, y el personal calculó que la espera para atender al paciente sería de dos horas y cuarenta minutos. Uno a uno iban llamando por números mientras él, acostado en la camilla, tosía o lloraba a ratos. Su padres lo calmaban y esperaban el turno resignados. Yair se tomó un breve descanso en la parte de afuera, junto a la puerta. Y allí, con el cansancio que ya empezaba a asomarse, recordó su experiencia como auxiliar de enfermería en varios hospitales de Cundinamarca:

Había días en que no dábamos abasto: llegaban y llegaban pacientes. Uno veía eso y daban ganas de tirar la toalla.

El oficio en la ambulancia está hecho de velocidad, pero también de largas esperas, como aquella. Esa tarde estaban atados: el equipo no puede dejar al paciente hasta que el personal de la clínica lo reciba. Mientras eso ocurre, sólo pueden esperar junto a la camilla. Por eso el gremio de las ambulancias describe el trance como encamillarse.

Ese martes, después de dos horas que se volvieron cuatro, al final de la tarde nos pusimos de nuevo en marcha: otro paciente esperaba un traslado en la Unidad de Atención Primaria de Sanitas en la calle 80.

Ambulancia Rozo Fotos 0010

Moreno y calvo, de cuerpo menudo, el señor Armando había sufrido dos infartos; se veía cansado de solo caminar y su hija parecía temer la llegada de un nuevo ataque. Con él acostado en la parte de atrás cruzamos de nuevo la ciudad rumbo al sur, hacia el Hospital Méderi. Una vez allí, Yair y Monroy empujaron la camilla hasta la sala de urgencias, esperando no perder demasiado tiempo en esta nueva incursión. El paciente, muy calmado, con la camisa abierta en el pecho, se dejaba llevar conectado a un monitor, mientras su hija, nerviosa, lo atendía y hacía llamadas desde su celular.

Los pasillos estaban agitados por el vaivén de médicos, pacientes y familiares. El tiempo pasaba, pero todavía el hospital no recibía al señor Armando de manera oficial. Una nueva encamillada parecía inminente. Monroy pensó en dejar la camilla para volver por ella en otro momento. Pero buscó y encontró una camilla disponible en un rincón del hospital. John y Yair trasladaron al paciente, lo acomodaron en un cubículo a cargo de una enfermera y nos fuimos.

Eran las nueve de la noche y el doctor Monroy, sentado en un andén del parqueadero mientras los muchachos cargaban los equipos, admitió que los años ya le pesaban. Que no faltaba mucho para terminar su larga aventura en la medicina de urgencias.

* * *

Todo el servicio de ambulancias en Bogotá, el privado y el público, es regulado por la Secretaría Distrital de Salud: esta entidad cuenta con 159 ambulancias, entre básicas, medicalizadas (equipos más completos y con un médico a bordo), neonatales y de salud mental. Si a estas sumamos las empresas particulares (88 en total, con 345 unidades entre todas), hay más de quinientas ambulancias disponibles en la ciudad. La Secretaría atiende todas las emergencias a través del número 123, y las remite al Centro Regulador de Urgencias y Emergencias, CRUE. Allí, los médicos reguladores deciden qué tipo de ambulancia deben enviar.

A través del Procad, un sistema inteligente usado también en Inglaterra, el personal clasifica los incidentes y coordina con las unidades móviles disponibles. El programa les dice dónde están todas las ambulancias, qué están haciendo, si están disponibles y en cuánto tiempo pueden atender un llamado. En total, alrededor de mil personas trabajan en el CRUE, entre médicos, auxiliares de enfermería, conductores y personal que labora en la central. En 2013 recibieron 760.000 llamadas, de las cuales 262.000 generaron despachos –se podría decir que dos terceras partes de las llamadas no son verdaderas urgencias–.

* * *

Santa Librada, al sur de la Bogotá, dormía entre calles desiertas y una brisa helada que bajaba de las montañas. Algunas personas se juntaban en negocios de comida, pero casi todas las casas estaban cerradas con sus ventanas a oscuras. John y Yair repasaron muchas veces la dirección, en la calle 76 bis sur, pero la ubicación les resultaba confusa. Por fin un transeúnte los ubicó y dimos con la casa. En un segundo piso, después de subir una escalera de caracol estrecha nos recibió una pareja en pijama cuyo hijo, de ocho años, estornudaba y se sonaba la nariz. El doctor Monroy le prescribió medicamentos y seguimos el recorrido.

Ambulancia Rozo Fotos 0013

Daba gusto rodar de noche por vías despejadas. En pocos minutos cubríamos varios kilómetros con el trancón del día como un recuerdo lejano. Cerca de las once llegamos a otra casa diminuta, cuya sala hallamos en un desorden monumental: un reguero indescifrable de ropa usada, comida, vasos de jugo a medio terminar y juguetes rotos. El servicio a domicilio tiene esa cualidad: mete a los profesionales en la intimidad de muchos desconocidos. En medio de aquel desorden, una mujer de unos cuarenta años esperaba en un sofá con su hija, una niña de nueve meses con una infección de oído. De nuevo el doctor Monroy hizo preguntas, llenó la historia médica y prescribió drogas.

No todos los casos ameritan traslados. A veces la gente simplemente se siente mal y pide la visita del equipo médico, que se traslada en la ambulancia. Si el médico valora al paciente y decide que debe ir a un hospital o clínica, entonces sí lo trasladan. La visita a domicilio es una opción que muchos usan para evitar el congestionamiento en los centros de salud. Es probable que deban esperar, pero lo harán en la comodidad de sus casas.

Los llamados de aquella noche permitían presagiar un fin de jornada rutinario. Pero en urgencias nada es seguro. Al borde de la medianoche sonó el radioteléfono con tres nuevos servicios: tres ancianos que el equipo debía valorar. El primero de ellos estaba en un ancianato del sector Las Villas, al norte de la ciudad. Cuando llegamos, la casa estaba a oscuras y la enfermera responsable dormía en la sala frente a un televisor encendido. La chica nos guió por un corredor, entre puertas de alcobas pequeñas donde dormían otros huéspedes.

Don Alfredo, un tipo alto de 71 años, con cáncer de próstata y alzhéimer, estaba acostado en su cama de una plaza con las manos atadas a ella. “Se muerde”, dijo la enfermera. El doctor revisó las lesiones y le recetó algunas medicinas. Durante el examen, le habló al paciente con calidez, pero sus palabras caían en el fondo de un pozo vacío. Sin ritos ni demora nos despedimos para ir a atender a otro abuelo de 73 que nos esperaba muy cerca de allí, igualmente postrado en una cama, con el lado izquierdo del cuerpo paralizado por un accidente cerebrovascular. Pero, a diferencia de don Alfredo, este hombre estaba en su propio cuarto, atendido con devoción por su familia. Entre la niebla de su cerebro confundido, decía cosas sobre su sangre y su orina. Monroy lo trató con compasión, como lamentando el estado de aquellos hombres, e insistió en que debían cambiarle la sonda por donde orinaba, pues llevaba un mes con ella.

Estos pacientes, a quienes vimos alrededor de la una de la mañana, exhibían un estado doloroso. Pero todavía faltaba el último caso de la jornada.

Ambulancia Rozo Fotos 0014

Una enfermera somnolienta y desaliñada abrió la puerta del albergue en Niza, y nos guió hasta la alcoba. Allí, Doña Carmenza, una abuela que rondaba los ochenta, dormía entre cobijas que parecían excesivas. El doctor Monroy la había atendido el día anterior por una infección pulmonar. Le recetó antibióticos y recomendó vigilar su respiración. Pero la paciente, con la cabeza muy levantada sobre dos almohadas, seguía respirando con dificultad. Monroy pidió que le midieran el oxígeno en la sangre, y Yair confirmó: apenas 56 por ciento, cuando lo ideal es que esté por encima de 90. El rostro del médico, cansado pero hasta ese momento afable, se transformó por completo: la indignación lo poseía por primera vez en casi veinte horas de trabajo. Con tono airado, le reclamó a la enfermera:

¿Por qué la tienen sin oxígeno?

Ella balbuceó excusas: que en el día no lo tenía, que ella pensó, que supuso, que usted perdone, qué pena…

Es fundamental el oxígeno, sobre todo en la noche. En cualquier momento la paciente se nos muere y es un problema para todos.

El doctor machacó ese punto varias veces, mientras acribillaba a la enfermera con nuevas preguntas sobre la paciente; preguntas que, en su mayoría, la pobre no supo responder. Monroy terminó su examen y señaló con la mano el aparato que medía el oxígeno, como quien exhibe la prueba reina al final de un largo proceso:

La encontré en 56 y se la estoy dejando en 95. ¿Sí ve?

La enfermera asintió, y en medio de ese silencio nos fuimos.

Ambulancia Rozo Fotos 0016

Tal vez el doctor Iván Monroy, en ese último caso, tan parecido al primero del día, pensó en el fracaso de la medicina: en la fragilidad que existe entre la vida y la muerte. Tal vez comparó a Martha y a Carmenza. Tal vez sintió rabia por la incompetencia de esa enfermera, que le hubiera podido quitar un segundo paciente ese mismo día. O quizá no. Quizá fue para él otro procedimiento de rutina: uno más entre quince mil urgencias atendidas durante su carrera. Gajes de un oficio tan ingrato como necesario.

separador

Sinar Alvarado

Cronista independiente

Escribe para las revistas Gatopardo, SoHo, Bienestar, Semana, Esquire, Letras Libres y El Malpensante. Su libro, Retrato de un caníbal, ganó el Premio de Periodismo de Investigación Random HouseMondadori. Ha dictado talleres de periodismo narrativo para el diario La Prensa, y para el Centro Latinoamericano de Periodismo (Celap), en Panamá; para Bigott, la Cadena Capriles, el diario El Universal, la Universidad del Zulia y el Colegio Nacional de Periodistas, en Venezuela. Su trabajo figura en las antologías Las mejores crónicas de Gatopardo, El pulso y el alma de la crónica, Historia de una mujer bomba y otras crónicas de América Latina, Lo mejor del periodismo en América Latina II y Hacer la América.

//medium.com/@sinaralvarado" target="_blank" style="box-sizing: border-box; background-color: transparent; color: rgb(0, 191, 191);">AUTORWEB  AUTORSEPARADOR  AUTORTW

Cronista independiente

Escribe para las revistas Gatopardo, SoHo, Bienestar, Semana, Esquire, Letras Libres y El Malpensante. Su libro, Retrato de un caníbal, ganó el Premio de Periodismo de Investigación Random HouseMondadori. Ha dictado talleres de periodismo narrativo para el diario La Prensa, y para el Centro Latinoamericano de Periodismo (Celap), en Panamá; para Bigott, la Cadena Capriles, el diario El Universal, la Universidad del Zulia y el Colegio Nacional de Periodistas, en Venezuela. Su trabajo figura en las antologías Las mejores crónicas de Gatopardo, El pulso y el alma de la crónica, Historia de una mujer bomba y otras crónicas de América Latina, Lo mejor del periodismo en América Latina II y Hacer la América.

//medium.com/@sinaralvarado" target="_blank" style="box-sizing: border-box; background-color: transparent; color: rgb(0, 191, 191);">AUTORWEB  AUTORSEPARADOR  AUTORTW

Cultura Pop
Le puede interesar

Tierra que se destaca por la ternura y sonoridad de sus palabras, invitamos a Caroca a ilustrar algunas de nuestras favoritas. ¿Ya las conocía?
Carolina Cardona (Caroca)
Carolina Cardona (Caroca)
-Octubre/04/2024
Desde Pereira, Cali, Medellín y Bogotá, estas muestras de arte y espectáculos son los recomendados de Bacánika para que se programe para un mes cargado.
Bacanika
Bacánika
-Octubre/03/2024
¡Aliste ese portafolio y datos personales! Ya llegó nuestro listado mensual de convocatorias para creativos, ilustradores, fotógrafas y artistas.
Bacanika
Bacánika
-Octubre/02/2024
25 obras fueron seleccionadas por el curador Elías Doria y 5 puestas en lista de espera para hacer parte de la exposición. ¡Felicidades a los seleccionados!
Bacanika
Bacánika
-Octubre/01/2024
Su pinta de hoy tuvo origen en la clase trabajadora: esa historia está manchada tanto con tintes de colonialismo y racismo, como de rebelión y cultura pop.
Adela Cardona
-Septiembre/30/2024
Invitamos a Luto a ilustrarnos algunos de los más famosos apocalipsis que seguimos esperando mientras se termina la jornada para irnos del trabajo.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/26/2024
Aunque son una compañía cada vez más popular, son pocos los que conocen las plantas que tienen en casa. Aquí se las presentamos para que las pueda cuidar.
Mariana Martínez Ochoa
Mariana Martínez Ochoa
-Septiembre/26/2024
¿Sirve para algo el estilo ajeno? ¿El estilo ajeno o propio es algo más que un invento del arte moderno? Artistas, curadores y académicos nos cuentan.
Soraya Yamhure Jesurun
Soraya Yamhure Jesurun
-Septiembre/24/2024
Si está en Bogotá desde el 30 de septiembre la Fundación Universitaria Los Libertadores trae varios imperdibles para diseñadores, cinéfilos y periodistas.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/23/2024
31 Minutos trascendió la pantalla y dejó una huella imborrable en quienes los siguieron. Una de nuestras periodistas les escribe aquí una carta de amor.
Valeria Herrera Oliveros
Valeria Herrera Oliveros
-Septiembre/23/2024
Una Reina del Drama nos ilustra este catálogo de momentos en los que fue perfectamente ridículo adelantarnos tanto o leer tan mal el contexto.
Una reina del drama
-Septiembre/20/2024
Pronunciamiento oficial del equipo de Bacánika a las reacciones suscitadas por el anuncio de los ganadores de este año.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/20/2024
¿Podría reconocer una potencial pareja en una conversación de 5 minutos con alguien que nunca ha visto? El autor de esta crónica nos cuenta cómo le fue.
John William Archbold
John William Archbold
-Septiembre/18/2024
Si lo cogió la noche sin ideas mientras llega el Día del Amor y la Amistad, no se preocupe: aquí le tenemos más de 20 planes entre Bogotá, Cali y Medellín.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/17/2024
La moda puede hacernos sentir más cómodos dentro de nuestra propia piel. Este diseñador chiquinquireño ha dedicado sus habilidades a traer a la realidad los sueños y personajes que muchas drag queens llevan a su estudio. Aquí una mirada a su trabajo y visión.
Laura Daniela Soto Patiño
Laura Daniela Soto Patiño
-Septiembre/16/2024
¡Ojo pues! Le traemos convocatorias dirigidas a artistas, fotógrafos/as, realizadores audiovisuales, cineastas, estudiantes y periodistas para que se postule.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/16/2024
¿Por qué es tan fácil tragarse de quien no nos dará ni la hora? Son las insidiosas canciones del gran Juan Luis Guerra: aquí sus mejores versos ilustrados.
Laura Daniela Soto Patiño
Laura Daniela Soto Patiño
-Septiembre/13/2024
¡Ya tenemos los 80 seleccionados que harán parte de la muestra del Salón Visual Bacánika 2024 en la Bodega/Comfama de Medellín! Consulte la lista aquí.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/12/2024
Vivir con Síndrome de Ovario Poliquístico es mucho más que no menstruar todos los meses. La autora nos cuenta su experiencia de la mano de una experta.
María Alejandra Argel Guerra
María Alejandra Argel Guerra
-Septiembre/12/2024
¿Ya conoce al encargado de curar las 25 obras seleccionadas para la 17a edición del Premio Arte Joven 2024? Aquí le contamos de su trayectoria y visión.
Valeria Herrera Oliveros
Valeria Herrera Oliveros
-Septiembre/11/2024
Desde septiembre se siente que viene diciembre, pero también una agenda cargada de arte, diseño, ilustración y cuanta cosa entre Bogotá y Medellín.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/09/2024
El daltonismo es más que la visión alterada del color: quienes lo tienen viven el mundo con una perspectiva única. Aquí una mirada a su experiencia y desafíos.
Mariana Martínez Ochoa
Mariana Martínez Ochoa
-Septiembre/06/2024
Tres libros reúnen los conocimientos y hallazgos de tres grandes maestros de la facultad de artes de la Universidad Nacional. ¿Quiénes eran?
Valeria Herrera Oliveros
Valeria Herrera Oliveros
-Septiembre/05/2024
Arte que se remonta a los monasterios budistas del Tíbet, la pintura de thangkas es hoy el sustento de miles de tibetanos, indios y nepalíes. Aquí una mirada.
Emilio Aparicio Rodríguez
Emilio Aparicio Rodríguez
-Septiembre/04/2024
Sergio Ospina es embajador en Colombia de The LEGO Group e invitado a la Toycon 2024. ¿Qué lo llevó a construir un mundo que ya suma más de 90 mil seguidores?
Cristina Dorado Suaza
Cristina Dorado Suaza
-Septiembre/03/2024
En septiembre y noviembre, la convocatoria más grande de ilustración en Colombia ofrecerá esta amplia agenda cultural y artística en Medellín y Bogotá.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/03/2024
¡Porque ustedes lo pidieron! Aquí un retrato lleno de amor de todas esas cosas en las que nuestros felinos favoritos se nos parecen más que cualquiera.
Panderito chan
Panderito chan
-Agosto/30/2024
Pintora, ilustradora, muralista y autora de libros, la valenciana será la invitada especial al Salón Visual Bacánika 2024. Aquí una mirada a su historia.
Mariana Martínez Ochoa
Mariana Martínez Ochoa
-Agosto/29/2024
De la soledad a las tendencias de internet, El chico sin cabello de pan solo oculta su propia identidad. Aquí un perfil de nuestro invitado al Salón Visual.
Mariana Martínez Ochoa
Mariana Martínez Ochoa
-Agosto/28/2024
¿Quién recuerda que la lana boyacense viajó a la Luna? Este artista que, gracias al Apolo 11, viajó al pasado en busca de sus raíces familiares. Aquí la historia.
Cristina Dorado Suaza
Cristina Dorado Suaza
-Agosto/27/2024
¿Cuántos fueron el emprendedor de los dulces o la diseñadora gráfica de los cuadernos hermosos? Aquí un listado de los más icónicos personajes de la escuela.
BluBoi
BluBoi
-Agosto/23/2024
Una de cada cinco panaderías de Colombia queda en Bogotá y La Cata salió a hacer la ruta de algunos de los mejores desayunos que se consiguen en estos locales.
La Cata
La Cata
-Agosto/22/2024
¿Qué puede decir el diseño sobre los futuros que no fueron, sobre los pueblos desdibujados de la tierra? El trabajo de esta diseñadora nos responde.
Andrea Yepes Cuartas
Andrea Yepes Cuartas
-Agosto/21/2024
¿Quién fue Memo Vélez? ¿Qué libro es este con voces, cartas, tiempos y pinturas reunidas por una amiga para intentar retratarlo? La autora nos cuenta.
Esta semana fue declarada la emergencia sanitaria internacional, pero ¿por qué? ¿Qué ha cambiado con la viruela del mono desde 2022? Aquí le contamos.
Bacanika
Bacánika
-Agosto/16/2024
Dueños de una lengua propia, invitamos a Raeioul a ilustrar este glosario de acepciones y palabras que sólo entienden los diseñadores.
Bacanika
Bacánika
-Agosto/16/2024
Aquí un vistazo a la fantasía y el asombro que atraviesa el mundo pictórico del artiste y escritore ganadore del segundo lugar del Premio Arte Joven 2023.
Mariana Martínez Ochoa
Mariana Martínez Ochoa
-Agosto/15/2024
Entre el 7 y el 8 de septiembre en el Palacio de San Francisco de Bogotá se realizará la segunda edición de Toycon Colombia. Aquí todos los detalles del festival.
Bacanika
Bacánika
-Agosto/15/2024
¿Por qué es tan maravilloso perder el tiempo? ¿Por qué tantos creativos necesitan del ocio en sus rutinas? Tendido al sol, el autor explora respuestas.
Brian Lara
-Agosto/14/2024
¿Cómo es hacer parte de la logística y el protocolo de un evento monumental como los Juegos Olímpicos? Desde París, la autora nos cuenta.
Karen Ariza Carranza
Karen Ariza Carranza
-Agosto/13/2024
25 años después del asesinato de Jaime Garzón, se lanza esta novela gráfica escrita por su hermano Alfredo Garzón junto a Verónica Ochoa. Aquí la historia.
Valeria Herrera Oliveros
Valeria Herrera Oliveros
-Agosto/12/2024
¿Por qué las mujeres con TEA tienden a enterarse de su diagnóstico en plena adultez? La autora nos cuenta desde su testimonio, el de otras junto a voces expertas.
Adela Cardona
-Agosto/12/2024
¡GRWM para que nos enseñen cómo recomendar todo lo que hacemos con estos cinco pasos infaltables en la carrera de todo aspirante a influencer!
Óscar Nossa
Óscar Nossa
-Agosto/09/2024
Del 26 al 28 de septiembre de 2024, regresa a Bogotá el Festival Internacional de Diseño 4GN. Te contamos todo sobre la programación y cómo ganarte tu entrada.
Bacanika
Bacánika
-Agosto/08/2024
Declarar renta es el plan favorito de nadie, pero hay que hacerlo. Si está en sus primeros pasos, no sabe si le toca o no le entiende al contador, revise esta guía.
Laura Natalia Cruz
-Agosto/06/2024
Descubra en estas 8 miradas el certamen deportivo más grande del mundo, del diseño de logos y uniformes a la vida misma de los que se entregan al alto rendimiento.
Bacanika
Bacánika
-Agosto/05/2024
El skate, el breaking y el BMX freestyle se iniciaron como deportes olímpicos, ¿de dónde vienen, cómo llegaron, cómo se compite en estas disciplinas?
Karen Ariza Carranza
Karen Ariza Carranza
-Agosto/05/2024
El placer de cantar rock en español no tiene nada que ver con nuestra capacidad para entenderlo. Invitamos a Chulo a ilustrar una selección de estos sinsentidos.
Chulo
-Agosto/02/2024
Artistas, cineastas, ilustradores y escritores, ¡pilas pues! Aquí les traemos la selección mensual de convocatorias, para que se anime. Aquí todos los detalles.
Bacanika
Bacánika
-Agosto/01/2024
Estas 7 exposiciones y 2 festivales en distintas capitales del país abren sus puertas a variedad de miradas y experiencias para que se programe con su parche.
Bacanika
Bacánika
-Agosto/01/2024
¿Qué hace que una amistad perdure mejor que otra? ¿Hay algo que permite prever que serán eternos los amigos o que algún día seremos apenas viejos conocidos?
Martín Franco Vélez
Martín Franco Vélez
-Julio/31/2024
El futuro es ahora, pero la IA todavía no entiende a qué te refieres con “más diseño”. Chuleta Prieto nos ilustra esas cosas que aún no podemos pedirle.
Chuleta Prieto
-Julio/26/2024
Del art déco al minimalismo, el diseño de este certamen nos traza un recorrido por las tendencias visuales con las que hoy recordamos la historia olímpica.
Mariana Martínez Ochoa
Mariana Martínez Ochoa
-Julio/25/2024
¿Qué se juega sobre las telas que cubren a los mejores atletas cada cuatro años? ¿Qué historia cuentan los uniformes que visten a los capaces de lo extraordinario?
Andrea Yepes Cuartas
Andrea Yepes Cuartas
-Julio/24/2024
Desde los circuitos, este artista payanés ha encontrado la ruta para trazar una obra cargada de crítica social y memoria a través del arte y las matemáticas.
Mariana Martínez Ochoa
Mariana Martínez Ochoa
-Julio/23/2024
Además de sus publicaciones como editorial independiente, este taller de risografía es un espacio de encuentro para el arte y la ilustración. Aquí su historia.
Mariana Martínez Ochoa
Mariana Martínez Ochoa
-Julio/22/2024