Volver a los museos
Con luz verde para volver a abrir, los museos del país están ansiosos por retomar sus actividades en sala y recibir visitantes. Las directivas del MAMBO, el MAMM, el Museo La Tertulia y el Museo Nacional de Colombia, comparten lo que han aprendido después de más de 100 días desde la virtualidad a puerta cerrada.
a historia no es nueva: como casi todos los espacios pensados para acoger público, los museos del país debieron cerrar sus puertas a mediados de marzo. Desde entonces, mantenerse visibles ha dependido en buena medida de reacciones rápidas, pero también de inventar sobre la marcha. Los museos echaron mano de la tecnología cuando ya no había otra opción, y todavía están aprendiendo.
El tránsito hacia las redes sociales y otras plataformas digitales fue lógico. Museos de todo el mundo mudaron ahí sus recorridos comentados, las inauguraciones de sus exposiciones y hasta actividades alternas, como sus clases de yoga, creando espacios de encuentro con audiencias diversas que difícilmente habrían cultivado sin la pandemia. La experiencia de trasladarse a esos territorios ha sido tan grata, que todos los museos con los que hablamos van a mantenerla aún cuando puedan retomar la presencialidad.
Aunque compleja, la pregunta por llevar el arte a territorios digitales parece estar atada a la capacidad tecnológica de los museos. Tener idea de cómo funciona una cámara 360º (o conocer a alguien que la tenga) y haber hecho un registro juicioso con anticipación son, en el caso de algunos de los espacios que consultamos, casualidades y ventajas. Por otro lado, también ayuda tener en marcha ejercicios con artistas que consideran lo digital en sus prácticas: cámaras, grabadoras de audio y otros dispositivos con los que se produzcan obras de materialidad más compleja e intangible.
La fragilidad del modelo económico de los museos también quedó en evidencia. Aunque varía según el caso, algunos dependen del dinero recaudado en sus taquillas y en sus tiendas, así que poder recibir visitantes después de casi cuatro meses brindaría un respiro tan esperado como necesario. La reapertura de espacios museales es posible gracias al Parque Explora de Medellín (abierto desde el 1 de julio), la Subgerencia Cultural del Banco de la República y el Programa de Fortalecimiento de Museos del Ministerio de Cultura, quienes lideraron la creación de un protocolo que se puede aplicar a cada museo del país y que los convierte en lugares seguros para visitar.
El Museo de Arte Moderno de Bogotá cerró sus puertas el 19 de marzo, justo antes de la inauguración de la exposición Nada que cesa, que recoge casi tres décadas de obra del artista Fernando Arias. “Alcanzamos a hacer unas imágenes de la exposición, pero el artista no quería mostrarla toda porque siempre hubo la esperanza de poderla abrir”, explica Claudia Hakim, directora del museo. Las imágenes se utilizaron para un recorrido comentado en YouTube con el que se inauguró la exposición y una Guía de exploración, que “analiza ocho obras de Arias y construye un contexto teórico, participativo, pedagógico y analítico” que se puede consultar en la página web del museo.
Hakim cuenta que el MAMBO siempre ha utilizado las redes sociales para comunicarse, pero nunca en la cantidad que lo hace ahora. “Seguimos conectados con el público y seguimos visibles porque todos los días, de lunes a lunes, tenemos una actividad diferente”, dice. Desde que cerró sus puertas, el museo ha realizado más de 40 actividades como clases de yoga, diálogos con los diseñadores de la Tienda MAMBO y sesiones de lectura en voz alta para niños. A pesar de la dificultad que implica “generar curiosidad en las redes”, entre marzo y junio el museo ha registrado un alcance promedio de 5.500 usuarios por actividad y su comunidad de seguidores ha aumentado en unos 6.000 personas.
Aunque las cámaras permiten sentir algo más cercano a lo que es la exposición, hacer un recorrido y apreciar el montaje, Hakim asegura que nunca van a sustituir la presencia. “Necesitamos que la apreciación de la obra sea en vivo y en directo. Necesitamos que el público esté presente”. Esto último aplica especialmente para obras como las de Nada que cesa, que según Hakim generan una confrontación al hablar de temas como la discriminación a personas LGBTI y el asesinato de redes sociales.
Respecto a la reapertura, el MAMBO tomó como referencia los protocolos adelantados por el Parque Explora en Medellín y espera participar de los mecanismos de apoyo anunciados por el Ministerio de Cultura para volver a abrir sus puertas y recibir visitantes. “Ya tenemos luz verde para abrir, pero nos va a costar una plata que en este momento no tenemos”.
MAMM
Medellín / Carrera 44 # 19A-100
Para María Mercedes González, directora del Museo de Arte Moderno de Medellín, el periodo de cierre del museo ha sido “muy exigente en distintos frentes”. Desde mantener el empleo y la estabilidad emocional del equipo hasta crear contenidos virtuales novedosos, estos casi cuatro meses que llevan operando a puerta cerrada han consistido en trabajar en distintas dimensiones: una que tiene que ver con la coyuntura y la emergencia, otra que tiene que ver con sobrellevar el año, y otra relacionada con evaluar el recorrido del museo estos 10 años. “¿Qué hemos logrado y de qué nos sentimos orgullosos? ¿Qué otro tipo de espacio podemos ser? ¿Cómo ser más relevantes frente a los asuntos urgentes de la ciudad y del país? ¿Cómo ser líderes más ejemplares?”.
Como en el caso de otros museos, el MAMM tenía a la mano el registro de su exposición más reciente: Libia Posada. Definición del horizonte, una muestra del trabajo de la artista medellinense que utiliza su obra para crear diálogos entre el arte y la medicina. El recorrido en 360º que alcanzaron a grabar “fue una de las herramientas más importantes de la programación en todos estos meses”, a pesar de que “obviamente hay algo que sigue faltando”.
Respecto a las audiencias que han cosechado, González asegura que las interacciones se han fortalecido y que hay “nuevos públicos” que representan oportunidades para el museo. “Estructuramos una programación para el escenario virtual que no busca reemplazar la experiencia física del museo ni agarrar lo que teníamos planeado antes y llevarlo a lo virtual”. La directora cuenta que entre otras cosas, lo que hicieron fue “replantear el portafolio de cursos que teníamos para este año y crear una oportunidad de recursos para el museo”. Su curso de Historia del arte, por ejemplo, tiene más de 200 participantes ubicados entre Medellín y Australia.
El MAMM tiene programada su reapertura para el miércoles 8 de julio, solamente para visitar las exposiciones Libia Posada. Definición del horizonte y David Escobar Parra. Tiempo de perros mudos, la Tienda MAMM y comprar para llevar en los locales de los demás aliados comerciales del restaurante. Frente a la programación de conciertos, cine y otros eventos, dice González, “todavía no tenemos claridad de cuándo vamos a poder retomar”. Lo que sí está claro es que el museo está preparándose para ser un espacio seguro y confiable, pero también un espacio que actúe con cierta espontaneidad y naturalidad. “Hay lavamanos, puntos de desinfección y hay que usar el tapabocas en todo momento, pero sigue siendo el museo”.
Museo La Tertulia
Cali / Avenida Colombia # 5-105 Oeste
El Museo La Tertulia se ha dedicado a “buscar una manera diferente de seguir hablando”, y ahora mismo tiene tres exposiciones en marcha: Casa Ocupada: la colección cruza el puente, una recopilación de obras de artistas colombianos y latinoamericanos relacionadas a la noción de casa, que celebra la construcción del puente peatonal que conecta el Museo La Tertulia con la Casa Obeso Mejía; María Thereza Negreiros y 16 mujeres artistas de su generación, muestra organizada para celebrar los 90 años de Negreiros y la obra que construyó, en parte, luego de mudarse a Cali entre las décadas del 50 y el 60 (una conversación entre Negreiros y el curador Miguel González puede consultarse aquí), y Celeste, una intervención artística multimedia de Solimán López que lleva la belleza de los cielos de Madrid, Bogotá, Medellín y Cali a cualquier computador o celular con conexión a internet.
Desde sus redes, el museo se ha dedicado a promover charlas, tutoriales y otras actividades que cambian constantemente. “Entendemos que ha habido agotamiento de cierto tipo de discursos y estamos superalerta para tener la capacidad de proponer otra cosa totalmente distinta”, explica Llano. La directora también asegura que enfocar los esfuerzos del museo en las redes ha llevado a que ella misma esté pendiente del alcance de cada publicación, y a que como equipo se sientan tranquilos cuando se comparan con sus pares: “nos sentimos fuertes porque vemos que nuestras audiencias se comportan parecido”.
Como a otros museos, las deficiencias en su infraestructura digital salieron a relucir con la pandemia.
“Nuestra página web es débil y tenemos unos retos gigantes. Ya lo habíamos evidenciado antes de que ocurriera esto, pero ahora con mayor razón necesitamos una infraestructura digital robusta”, asegura Llano. Para superar esos retos y continuar con su operación, el museo creó una campaña de crowdfunding llamada #EstaTertuliaNoSeDetiene.
“Quisiéramos estar listos para una reapertura el sábado 11 o el sábado 18 de julio. Vamos a iniciar con unos recorridos a través de los jardines del museo, el oeste de Cali y el paso peatonal que une al museo con la Casa Obeso Mejía. Queremos invitar al caleño a ser extranjero en su propia Cali”.
Museo Nacional de Colombia
Bogotá / Carrera 7 # 28-66
El Museo Nacional de Colombia se ha mantenido activo a través de #MuseosEnCasa y #TuCasaEsColombia, una estrategia que según Daniel Castro, director del museo, ha demostrado que “aún estando en la casa, el país es un espacio de acogida para los museos nacionales”.
Su página web y redes sociales han sido los medios para que el museo enriquezca su vínculo con la ciudadanía y de a conocer las dos salas que habían inaugurado justo antes de que empezara el confinamiento: Historia del panóptico (puede consultar el video 360º aquí, y un recorrido comentado por Castro aquí) y La historia del museo y el museo en la historia (recorrido comentado por Castro, aquí). Desde aquellas plataformas el museo también ha anunciado exposiciones que vendrán con la reapertura, como El jaguar y la mariposa, dedicada al Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, e implementado estrategias que les han merecido un aumento de casi 14.000 seguidores.
Frente a la reapertura, Castro asegura que no sería posible sin “un trabajo sostenido y solidario del sector museal liderado por el Parque Explora de Medellín y por la subgerencia cultural del Banco de la República”. Desde hace poco más, dichas instituciones comenzaron a trabajar en un protocolo que hoy está aprobado por el Ministerio de Salud para los museos y las bibliotecas, y que garantiza que son espacios de confianza. “Somos espacios seguros y ahí es donde queremos que la cultura ciudadana realmente se materialice”.
A largo plazo, Castro asegura que el museo operará bajo modelos mixtos o híbridos: “Indiscutiblemente tiene que ser así, porque entrar en estos universos digitales nos ha comprobado que lo que hacemos es ganar todos: gana el público y ganamos también nosotros porque nos está retando creativamente a concebir nuevas formas de relación, intercambio y reconocimiento de los patrimonios con los ciudadanos”.
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