Mil Santos
Un talento colombiano está poniendo a bailar al público europeo con una propuesta fresca y auténtica. Su sangre latina junto con el sabor multicultural de Berlín otorgan a la música de Mil Santos un sonido de carácter global.
La excelente acogida de su más reciente álbum "En Vida" de parte del público y la radio alemana han llevado a Mil Santos a algunos de los más importantes escenarios europeos como el Festival Internacional de Cine de Cannes y La Berlinale, el festival de cine más grande del mundo. Bacánika se adentró en el corazón de Berlín para entrevistar a este caleño y descubrir su música.
¿En qué anda Mil Santos ahora?
Tenemos un concierto en el festival de Cannes la próxima semana. Vamos a tocar casi dos horas, ya que tenemos el nuevo material junto con el material de "En Vida", el álbum que lanzamos el año pasado. Fue una sorpresa que nos invitaran, después de que tocamos en La Berlinale los organizadores del festival de Cannes nos llamaron.
¿Con quién toca Mil Santos?
Somos una pianista de Cuba, un baterista Alemán que creció en Holanda, un trompetista de Suecia y el de los tambores es también cubano. Tenemos un DJ Alemán, un guitarrista colombiano y yo, que toco la guitarra y la guacharaca, que es mi instrumento favorito.
¿Cómo definiría su música?
Es una mezcla de acústico con beats electrónicos.
¿Hace cuánto tocan este género?
Ya llevo tres o cuatro años tocando acá en Alemania y en todo Europa. Hemos tocado con varias personalidades, por ejemplo con Calle 13 en Holanda en el Festival Mundial, con Chocquibtown acá en Berlín.
¿Cómo empezó todo?
Inicialmente yo tocaba más que todo para mí y para mis amigos. Yo conozco muchísimos raperos de todo el mundo, entonces nos reuníamos y yo tocaba la guitarra y ellos rapeaban encima. Hacíamos muchísimos conciertos acá en Alemania. Así fue como conocí a Nicatea, ella hacía los coros para las canciones, hasta el día en que me di cuenta de que su voz era única y por eso decidimos hacer el álbum "En Vida" juntos.
¿En qué consiste "En Vida"?
Son 12 canciones, las producimos todas acá en Berlín, contamos con un featuring de George Pajón, el guitarrista de Black Eyed Peas y con la voz de Nicatea.
¿Por qué te quedaste en Berlín?
Fue una coincidencia. Yo caí en Berlín porque estaba buscando fuentes de inspiración. Llegué acá y me di cuenta de que esta ciudad está repleta de culturas de otras partes, de una mezcla de cosas super interesante que enriquece la música.
¿Cómo es la escena musical en Belín?
En Berlín tienes la ventaja de que puedes trabajar con gente de todas partes del mundo, gente que puede enseñarte muchísimo. Eso te permite recibir influencias de culturas musicales que de otro modo nunca conocerías, crecer con un grupo de gente y al final convertirte en algo que ni siquiera te hubieras imaginado ser. Las conexiones entre la gente a nivel musical son muy estrechas.
¿Cómo fue tu experiencia en Japón?
Estuve en Japón un par de meses y allí tuve la oportunidad de hacer mi música como solista. El público japonés me comparaba de alguna manera con Manu Chao que era el único referente de música latina que conocían. Para mí fue un experimento increíble y muy enriquecedor.
¿Es cierto que Mil Santos estudió filosofía?
Sí, yo estudié filosofía acá en la Johannes Gutemberg Universität, en Mainz. Escribí mi trabajo de grado sobre Baruch Spinoza. La filosofía cumple un papel súper importante en mi vida. Es como la medicina, algo que uno estudia toda la vida. Se trata de plantearse siempre preguntas nuevas todo el tiempo, no de obtener respuestas, porque nadie sabe nada.
¿Qué lo llevó a estudiar filosofía?
Mi mamá era estudiante de filosofía cuando yo nací y por eso ella suspendió sus estudios. Entonces mi contribución fue terminar el estudio por ella. La mejor filósofa que conozco es mi mamá.
¿Y entonces cuándo llega la música a tu vida?
La música estuvo siempre en mi vida. Como en todas las familias colombianas, todo el mundo toca algún instrumento o canta. A través de mis tíos, de mi mamá y de amigos aprendí a tocar la guacharaca y la guitarra. Cuando llegué a estudiar en Alemania la música se convirtió en mi trabajo. En ese entonces era muy fácil para los latinos porque estaba de moda la ola de Buena Vista Social Club y la gente estaba muy abierta a ese género. Aunque inicialmente tocaba música de otros cantantes, poco a poco fui cultivando mis propias composiciones que son canciones que hoy en día suenan en la radio alemana y que son canciones que ya no están dentro de ese espectro de Buena Vista sino que han encontrado su propio espacio.
¿Cómo ha sido la acogida del público alemán?
Aunque el público alemán normalmente no es muy abierto hacia nuevas cosas, ha sido muy receptivo con este tipo de música y sobre todo con el español. Hasta el momento sólo hemos recibido apoyo, críticas positivas. Eso nos anima a seguir adelante.
¿A qué le canta Mil Santos?
Yo no abro la boca hasta no estar seguro de que mi canto está unido con mi corazón, bien sea que quiera expresar alegría o tristeza. Yo creo que la música tiene esa responsabilidad de ser real. Hay artistas a los que les pasan canciones compuestas por otros para que las canten, pero yo no podría porque no conozco lo que sintió la persona cuando compuso la canción. Por eso para mí es super importante saber de dónde llega la canción y encontrar ese sentimiento de nuevo cuando la interpreto. Mis canciones son muy distintas una de la otra pero todas tienen una conexión conmigo. Son algo que puedo escuchar años después y aún conservan ese sentimiento.
¿Cómo es tu proceso de composición?
Yo siempre empiezo con el título. Con una simple idea central en la que he estado pensando por varios días y que me propone una cantidad de preguntas y que me mueve algo en el corazón, en el estómago. La concreto en una oración, que es el título, después me pongo a escribir y la música va saliendo después.
¿Cómo es la participación de Nicatea?
Yo compongo las canciones y las canto en español siempre. Ella me pregunta de qué se trata la canción y de acuerdo a eso ella escribe sus textos de rapeo. Es muy interesante ver cómo ella interpreta mis textos, la perspectiva que tiene desde su cultura europea, alemana, berlinesa.
¿Tocan únicamente en Europa?
No, en Colombia también hemos tocado varias veces. Nos invitaron en el 2009 a tocar para ocho instituciones en Medellín para la reinaguración de la zona norte. Hicimos un concierto que fue televisado en directo con jóvenes del barrio, que son raperos también. Entonces ellos también se subieron al escenario y rapearon con nosotros. Fue algo muy bonito. Un año después yo compuse la canción que se convirtió en el himno del partido verde para la campaña de Antanas Mockus y tocamos de nuevo en Colombia.
Sí, claro que me acuerdo, ¿cómo llega Mil Santos a componer esta canción?
Estando acá en Berlin en el 2010 yo tuve la iniciativa de componer la canción, tanto el texto como la música. Compuse la canción el viernes, la grabamos el sábado, el domingo hicimos un video y lo subimos a Youtube. Como en tres horas teníamos 17.000 clicks, una cosa loca. Al otro día me escribió el partido verde que teníamos que ir a Colombia y dos semanas después nos mandaron un video de miles de personas cantando esa canción. Fue una sorpresa muy grande.
Entonces viajamos a Colombia, tocamos en la plaza de Bolivar para 40.000 personas, todo el mundo cantando esa canción, y después en Cali como para 20.000 personas. Eso fue como en las películas malas… donde no gana el bueno. ¡No, que va!
Ese fue mi momento político. No lo volvería a hacer. Eso fue sólo un momento y aunque estoy totalmente feliz de haberlo hecho, no es el centro de mi música.
¿Se puede vivir de la música en Alemania?
Sí, en Berlín se puede, y de qué manera. Berlín es la capital más Barata de Europa occidental y no se necesita demasiado dinero para tener un bienestar muy alto. Hay que salir a tocar a otras partes pero en general se vive muy bien.
¿Cuáles son sus influencias?
George Brassens es para mí un héroe de la música. Era un francés que hacía Chansons, un anarquista que sacudió Francia con sus textos totalmente libertinos y críticos.
Facundo Cabral, que pude conocer en Cali cuando estuvo tocando allá. Black Eyed Peas, que si te das cuenta no tiene nada que ver con Facundo Cabral. Joe Arroyo e Ismael Rivera, que es mi padre espiritual.
Es que en Cali se escucha mucha salsa, ¿verdad?
Sí, allá se eschucha mucha salsa. Yo trabajé en Zaperoco, que es el lugar de la salsa desde los años 60 o algo así. Cuando estaba en el colegio ayudaba allá y salía a las seis de la mañana para el colegio. Muy bacano. Acá en Berlin tengo una fiesta de salsa el primer viernes de cada mes y se llena siempre, muy rico. Para mí la salsa es la base de todo. En la casa yo sólo escucho salsa de la vieja, de la buena.
¿Hay algún artista que suene acá en Berlin que en Colombia no se conozca y que quieras recomendarle a los jóvenes Colombianos?
Bueno, en Colombia yo creo que conocen más música que yo. Todo el mundo conoce ya todo.
¿La globalización?
Sí… Pero bueno, hay una rapera de London que se llama Lady Leshurr y rapea increíble. La tienes que buscar es buenísima.
¿Aparte de Joe Arroyo hay otro músico colombiano que admires mucho?
Claro que sí, hay muchísimos. El de los Carrangueros de Ráquira…
¿Jorge Velosa?
Sí, del carajo. Ese man es buenísimo. Todo el mundo conoce esas canciones.
¿Y cuándo vamos a tener a Mil Santos en Colombia?
Nos encantaría tocar en Colombia pues allá está toda mi familia. Queremos tocar en Estereopicnic o en Rock al Parque. Eso sería del carajo. Aún no hay fecha.
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