Cervezas, espías y empleados “felices”
El trabajo, la cerveza y la fotografía se encuentran con un tinte dramático en este hermoso libro. El archivo fotográfico de una cervecería mexicana esconde relatos de oficinistas, fiestas y espías. También fue la materia prima para el artista Alejandro Cartagena y su pieza editorial We Love Our Employees.
We Love Our Employees es un libro del artista mexicano Alejandro Cartagena, quien recopiló fotografías de las fiestas corporativas que la Sociedad Cuauhtémoc y Famosa (SCyF) organizaba en las primeras décadas de los 90. La SCyF, creada en 1918 para velar por los intereses de los empleados de la Cervecería Cuauhtémoc, una importante empresa de Monterrey, México, “promovió el ahorro cooperativo, construyó y proveyó viviendas, servicios de salud, seguro de enfermedad, entre otros derechos inéditos en el País [sic]”, pero también vigiló a sus empleados: en ese tiempo México estaba inundado por discursos socialistas y en pro de los derechos de los trabajadores (entre los cuáles estaba el derecho a la huelga), y la oligarquía tenía miedo. Entonces, para asegurarse de que sus empleados no mordieran la mano que les daba de comer y sin abandonar su imagen de “santo patrón”, la Cervecería empezó a introducir espías en las fiestas de la SCyF.
El archivo fotográfico que protagoniza We Love Our Employees pertenece a Alberto Flores Varela, el fotógrafo de cabecera de todas las fiestas de la SCyF. Todas las fotos agrupan a varias decenas de personas y evocan tanto el sufrimiento del señor Flores Varela tratando de llamar la atención de todos los presentes como los forzados “¡whisky!” que seguramente antecedieron cada obturación. Las imágenes contienen miradas perdidas y anotaciones a mano:
19882
CUAUHTEMOC Y FAMOSA
MONTERREY, N.L. FEB. 4 DE 1946
Este archivo llamó la atención de Alejandro porque le interesa atreverse a “utilizar imágenes fuera de su contexto, generando una tensión que les implica otro significado”. Así, cuando parecía que el archivo fotográfico de estas fiestas solo pretendía registrar un maravilloso ambiente laboral, Alejandro hace evidente que también registraba otra realidad: niños que posan con adultos en fábricas, mujeres de piel clara sentadas y mujeres de piel más oscura atendiéndolas, mujeres sentadas a los lados de la mesa y hombres sentados en la cabecera. Sonrisas incómodas, espaldas tiesas como tablas y una falsa libertad que hacía eco de “la simiente del orden social que acabó por instalarse en muchas ciudades industriales del orbe”.
Alejandro vive y trabaja en Monterrey, y explica que su trabajo gira en torno a la fotografía porque esta “tiene la capacidad de capturar una idea y de hacernos pensar que hay una realidad inmersa en esa idea”. Además de We Love Our Employees, otro buen ejemplo de esa apuesta es Carpoolers, un libro que el artista autopublicó y que el fotógrafo Martin Parr incluyó en la lista Best Photobooks of 2014 de la revista TIME. En él, Alejandro empareja fotos cenitales (suyas, esta vez) de camionetas que transportan trabajadores en sus platones con fotos de nubes borrosas y de la parte inferior de puentes, y enfrenta dos puntos de vista que se conectan a través de la imagen y que revelan otras capas de significado.
El catálogo de Alejandro supera los 10 libros y está atravesado por la ciudad, la gente y los trabajadores: “la vida cotidiana, la vida que construye una ciudad”. Para él, cada libro es una oportunidad de contar una historia de principio a fin y una proposición mucho más compleja que se alimenta de todas las decisiones que se deben tomar para hacer un libro. En el caso de We Love Our Employees, dichas decisiones se compartieron con Gato Negro Ediciones, una editorial mexicana que imprime todos sus títulos en risografía y que ha publicado sus más de 150 títulos mientras se rige por las posibilidades estéticas y de escala que el método ofrece.
El fundador de Gato Negro, León Muñoz Santini, asegura que su editorial se dedica a “publicar muchos contenidos y no muchos libros”, y a operar dentro de una autoconsciencia de la condición política de la edición. De ahí que publicaran We Love Our Employees, un libro que León describe como un ejercicio de apropiación de imágenes y que habla de la naturaleza del “capitalismo predatorio hegemónico”, y que hagan libros porque “hay ideas que solo pueden ser articuladas de esa forma”. Esta relación cuidadosa con los archivos gráficos como un tesoro mexicano está presente en un amplio renglón de la cultura de este país.
We Love Our Employees es el resultado de una mezcla de contenido bien escogido publicado por una editorial con buen ojo: el archivo fotográfico es una vitrina para múltiples realidades que confluían en el mismo tiempo y espacio, y el libro, un documento histórico que da fe sobre los albores de una ciudad, un país y una porción de la humanidad.Suscríbase a nuestro boletín
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