Fuera de la cancha
ee. La rutina de los viajes, la espera en los aeropuertos, los minutos libres entre entrenamientos en ciudades ajenas y en espacios que no le pertenecen, lo han puesto en el ambiente de los libros.
Quienes lo conocen de lejos lo tienen en su mente siempre con una raqueta en su mano, pero solo quienes viajan con él o comparten esas largas giras de tres y cuatro meses por los torneos del mundo saben que Alejandro Falla, además de ser tenista y de ser uno de los dos únicos colombianos que en este deporte ha alcanzado un lugar entre los 50 mejores jugadores del mundo, se alimenta diariamente de literatura. Así es el ambiente del tenis. De ese tenis que pocos conocen, de ese tenis que tiene mucho de deporte, pero que también obliga a consumir mucho de cultura en medio de un ambiente de deportistas que cada año le dan la vuelta al mundo. Y este caleño de 28 años de edad, perteneciente al Equipo Colsanitas desde los 14 y quien estará en el US Open que comienza este lunes en Nueva York, no es la excepción a ese estilo de vida en el que devorar libros es inevitable.
¿Cómo describiría la vida en su rol de tenista?
Ser un tenista profesional es un gran privilegio, aunque haya muchos sacrificios, pero creo que eso hace parte de cualquier actividad que uno ejerza. En la vida del tenis se conocen muchos lugares, diferentes formas de ser de las personas, diversas culturas, que es algo que te enriquece constantemente. En mi caso, creo que lo más valioso que me pasa con el tenis es que me gano la vida haciendo lo que más me gusta.¿Qué le gusta hacer además de jugar tenis?
Disfruto mucho leer, me gusta ver películas y en los últimos años me entretiene jugar golf. Sempre me ha gustado salir a comer a restaurantes, que es una muy buena forma de conocer la cultura de un país.¿Cuál es la mejor forma de pasar el tiempo entre tantos aeropuertos y viajes?
Leer es una de las mejores formas de llenar todos esos momentos en los que no estás en competencia o entrenando y es algo que te entretiene bastante. También soy muy aficionado de ver películas en mi computador.¿Por qué el hobby de la lectura? ¿A qué lo ha llevado este hábito?
Hace algunos años yo no era un buen lector, pero con el tiempo le he cogido el gusto y hoy en día leo con muchísima más frecuencia. Es un buen hábito que te permite estar al día en muchos temas de cultura, te abre la mente, te permite conocer otras formas de pensar y de ver el mundo en el que vivimos y creo que a través de la lectura puedes aprender de las experiencias de otras personas.
¿Qué libros ha compartido entres sus compañeros tenistas? ¿Es esta una práctica muy común entre ustedes? ¿En qué consiste?
La mayoría de los libros que me he leído ha sido porque me los recomiendan tenistas argentinos o españoles. Es algo muy usual en el circuito y de hecho lo hacemos mucho entre los mismos compañeros del Equipo Colsanitas con los que viajamos. Así nos pasa a menudo con Santiago Giraldo o con Juan Sebastián Cabal.
¿Cuál es su libro favorito y cómo llegó a él?
Mi libro favorito es el Código Da Vinci, de Dan Brown. Tiene una historia muy interesante y fue de esos libros en los que yo no quería parar de leer. Llegué a él porque fue un libro muy reconocido y escuché muy buenas cosas por parte de otros amigos tenistas que ya lo habían leído.
¿Con qué personajes se ha identificado?
Un personaje que me cautivó muchísimo fue el de Nelson Mandela, en Factor Humano. La manera de pensar que tenía ante cada situación y sobre todo su capacidad de perdonar me llamaron mucho la atención.
¿Cuál es el autor que más veces lo ha impactado?
Soy un fanático de los libros de Gabriel García Márquez porque me atrapa mucho su manera de escribir y las reflexiones que plantea en cada libro.
¿Cuál fue el último libro que se leyó?
El Factor humano de John Carlin.
¿De dónde saca su fuerza vital para jugar, para competir?
En un deporte tan competitivo como el tenis y en donde te enfrentas cada semana a rivales de tan alta calidad como los que encuentras en cada torneo, hay momentos en los que uno siente que no va a lograr un triunfo, que la exigencia física es tan alta que no puede dar más, pero en esos momentos la fuerza te sale del alma, del corazón, de saber que este deporte es tu vida, tu pasión y que todo lo que trabajas cada día es para conseguir ganar cada partido, y ojalá un gran torneo. Creo que eso te hace meterle todo el esfuerzo posible a cada punto que juegas y te ayuda mucho pensar en que lo que haces es algo de lo que está pendiente tu familia, tus amigos y en muchos casos todo un país.
¿Cómo fue su experiencia en los Juegos Olímpicos de Londres?
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