El rey de la autoayuda para creativos
“Mi vida es más tranquila desde que dejé de pretender ser alguien que no soy y empecé a comportarme y a diseñar de la forma más honesta posible”.
n el tema de dar y recibir consejos, el mundo se divide en dos. Por un lado los reacios, que frente a una pregunta como “¿qué haría si…?” prefieren armar un búnker de silencio y que tienen siempre una mala cara a un consejo no pedido. En el otro lado están los que llaman a diez amigos antes de tomar una decisión importante y los que viven mostrando cada línea que hacen al compañero de al lado. Para estos últimos está Adam J. Kurtz, el rey de la autoayuda para creativos.
Antes de dedicarse a crear libros y diferentes productos —que van desde pines y libretas hasta bombas para fiestas que dicen “Sorry, I’m such an asshole”—, Kurtz trabajó en diferentes campos de la creatividad como producción cinematográfica, publicidad e incluso hizo gifs para BuzzFeed. Las únicas condiciones que pone para trabajar son divertirse y escuchar música todo el tiempo, sobre todo Alanis Morissette.
Su carrera ayudando a los creativos a salir de impases empezó oficialmente cuando en el 2014 lanzó el libro 1 Page at a Time, una especie de diario que obliga a escribir, dibujar, pegar, hacer una lista o compartir ejercicios creativos cada día. Dos años más tarde publicó Pick Me Up: A Pep Talk for Now and Later, un libro interactivo y optimista para subir el ánimo y enlazar las ideas aún cuando no hay ninguna rondando en la cabeza. Para completar la trilogía, este año recopiló unas notas a lápiz que guardan cientos de recomendaciones de vida para creativos. Things Are What You Make of Them es su libro más personal y no habla de obviedades como buscar referentes o volver a leer el brief, pero sí de ponerse medias antes de empezar la jornada laboral, así trabajes en casa.
Paradójicamente, su afán no ha sido el de dar consejos, pero encontró en compartir sus preocupaciones diarias una forma de conectarse con otras personas: “Recuerda que la razón por la que hacemos lo que hacemos, de moldear nuestro camino, es porque tenemos una necesidad profunda de conectar, y crear es la forma que escogimos para lograrlo”. Things Are What You Make of Them es una guía a la que se recurre antes, durante y después de cualquier proceso creativo, en especial si siente que todo está mal y que necesita superar algún miedo antes de empezar de nuevo.
Hablamos con Adam y nos contó de dónde salieron algunos de los consejos que da en el libro, nos dio consejos nuevos y nos reveló cómo llegó a saber que esto era lo que funcionaba para él.
Salga de la cama y póngase medias
“Cuando empecé a trabajar de diseñador y creativo hacía todo desde mi cama en un cuarto minúsculo en Nueva York. Sin embargo resulta difícil vivir, crear y dormir en el mismo lugar. Si su casa es su lugar de trabajo, invente cualquier excusa para salir: tomar un café, ir por el periódico, dar un paseo. Si puede trabajar afuera, mejor. Tenga horarios para empezar y terminar, que se sienta como una rutina y no que las 16 horas que está despierto sean de trabajo. Tenga horario de almuerzo y siempre —siempre— póngase medias o zapatos, eso es una forma de probarse a uno mismo que está hablando de negocios. Ahora es más fácil para mí porque comparto en Brooklyn un home studio con mi esposo, donde tenemos una mesa grande con dos computadores, así puedo separar mi espacio de descanso de mi oficina”.
Si tiene sueño, duerma
“Yo no tomo muchas siestas, pero parte de trabajar con cierta libertad es poder escucharse a uno mismo y saber cuándo necesita huir de algo o poner en perspectiva alguna idea, y eso puede lograrse durmiendo un poco. Siempre trate de dormir bien en las noches para que pueda afrontar el día con suficiente energía”.
Coleccione
“Toda mi vida he coleccionado diferentes cosas. De pequeño acumulaba lápices de todos los estilos: de colores, con caricaturas, con palabras grabadas o con laminados de colores. Creo que tenía más de cien. También coleccioné stickers por muchos tiempo. Ahora no lo hago tanto, pero estoy obsesionado con los pines, no los uso pero tengo un gran tablero en mi estudio con unos 350 que he conseguido online o que les compro a artistas en tiendas y bazares. Creo que es importante coleccionar porque crea referentes visuales y posibilita ver las diversas formas que puede tomar una misma idea u objeto”.
Soltar
“Cuando empecé la portada de mi último libro quería crear un concepto a partir de restos de papel de color. Fueron incontables las veces que la rehíce hasta llegar al resultado final. Creo que con el tiempo y la experiencia se vuelve más claro cuándo una idea no funciona, pero me gusta ver ese proceso de ensayo y error como parte de la investigación y no como una falla. Miro con detenimiento lo que no funciona para encontrar lo que sí puede evolucionar. A veces uno se enamora de una idea errónea, pero debe olvidarla para llegar a algo seguramente mejor”.
Divide y reinarás
“Siempre es más fácil fragmentar los proyectos en diferentes y pequeños pasos. Cuando decido hacer un libro, por ejemplo, la idea completa es absolutamente abrumadora, entonces hago una lista de lo que necesito, no me siento de un tirón a hacerlo, no es así como funciona. Por eso recomiendo escribir planes, listas, esquemas en papel o en digital y poner metas realizables. Así el trabajo será más fácil”.
Hágalo con lo que tenga a la mano
“Creo que no es lo mejor ser muy exigente con los materiales y con las condiciones de trabajo, pero sé que esto depende mucho del campo laboral. Hay que tener en la cabeza que el lápiz o el papel no son lo más importante, sino la intención y el contenido de lo que se está haciendo. Yo no necesito mucho para crear: el último libro lo hice con hojas de papel de una libreta pequeña y lápices cualquiera que iba encontrando. No me gusta gastar mi energía en ponerme exigente con lo que necesito, es mejor solo concentrarse en hacer el trabajo”.
Intente no tomárselo todo tan en serio
“Todos nos tomamos en serio a nosotros mismos y, claro, nos importa lo que nos pase. Incluso las personas más chill están pendientes de sí mismas. Pero para soltarse y poder crear es bueno no tomarse a uno mismo tan en serio y no preocuparse demasiado por parecer cool o por que todos se enamoren de usted y su trabajo. Mi vida es más tranquila desde que dejé de pretender ser alguien que no soy y empecé a comportarme y a diseñar de la forma más honesta posible. Eso lo hice relajándome y no tomándome tan en serio”.
Empiece por el final
“Lo primero que hago cuando estoy creando es pensar en la forma o formato final. Cada forma tiene sus parámetros distintos: un cartel no es igual que una camisa, y no es lo mismo que un diseño tridimensional, entonces, pensar en a dónde quiero llegar me ayuda a saber qué pasos debo tomar para lograrlo. También me hago preguntas, como cuántos colores puedo usar, para quién es, en qué formato debo entregarlo. Parecen muy obvias, pero hacen toda la diferencia a la hora de plantear las reglas del juego”.
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