Recomendado de la semana: ¡Guácala! La Ciencia del Asco
El 20 de junio Maloka presenta ¡Guácala! La ciencia del asco, un experimento que mezcla lo más intuitivo y primitivo de la biología con la emoción más desagradable de todas.
No todos los días nos enfrentamos a situaciones que nos generan incomodidad y repulsión, mucho menos a fluidos corporales encerrados en frascos de vidrio, vómito representado en un color verde radioactivo o las imágenes de una endoscopia. El asco es la respuesta a todos esos estímulos desagradables y Maloka logra adentrarse en esta reacción y explicar como funciona a través de la exposición ¡Guácala! La ciencia del asco.
¿Por qué nos dan tanto asco ciertas cosas? Según Darwin y los pocos científicos que se han dedicado a estudiarlo, es una respuesta a miles de años de evolución y de cambio cultural. Sin embargo, para nosotros sigue siendo un completo enigma porque, por ejemplo, mientras en nuestro contexto repudiamos a los insectos, en el otro extremo del mundo son apetecidos como comida. Esta exposición busca despejar dudas como estas y hacernos entender que ese desagrado hacia ciertas cosas está moldeado por la cultura y las tradiciones, pero que viene de un origen muy anterior a eso: la supervivencia a virus, enfermedades y amenazas que nos pueden matar, lo que demuestra que seguimos guiándonos por algunos de los instintos más primitivos de nuestro cerebro.
¡Guácala! La ciencia del asco es una exposición interactiva e itinerante que tiene como fin darle a conocer a la gente todos los aspectos básicos de esta reacción, responder los interrogantes del porqué sentimos temor o cierta incomodidad ante algunas situaciones u objetos como los insectos, los gérmenes o los roedores y como todo contenido creado por Maloka, incentivar el acercamiento a la ciencia para entender fenómenos tan fascinantes como este.
La exposición será inaugurada el jueves 20 de junio a las 6:00 p.m. en el marco del programa “Una noche en el museo” y contará con cuatro ejes temáticos distribuidos alrededor de un pequeño espacio con cubículos que representan de una forma acertada el desacomodo y las formas diversas que puede tomar la emoción: Asco 101, que explorará lo más básico del tema y explicará conceptos claves que permitan entender qué es el asco y porque algunos lo sentimos en mayor o menor proporción, donde con ayudas tecnológicas, podemos ver pequeños clips que muestran situaciones como el momento previo al vómito y que por medio de la línea gráfica del proyecto, nos deja entrever que será una experiencia donde tienen relevancia toda clase de fluidos.
El eje Biología mostrará cómo esta sensación es un mecanismo de defensa para evitar enfermedades e infecciones peligrosas, algo que podemos experimentar en este espacio con Micromundo, un área para microorganismos tan horribles como los piojos. Cultura, que tiene como función mostrar que lo que para algunos resulta asqueroso en ciertos lugares y condiciones para otros no lo es, como los olores o las sensaciones táctiles que puede encontrar en una de las mesas que mientras a algunos los hace estremecerse y gritar un poco, a otros no les mueve ni un pelo.
Por último, Individuo muestra que, aunque muchas de nuestra sensaciones de repugnancia suelen estar vinculadas a nuestro entorno cercano, a medida que crecemos y desarrollamos nuestra individualidad podemos adquirir algunas nuevas que hacen parte de nuestra identidad. Podemos decir, que toda la exposición abarca este concepto temático, tal y como lo dice Sigrid Falla, directora de Arquitectura de Experiencias del establecimiento, cuando somos bebés o estamos en etapas vinculadas a la infancia temprana, solemos no sentir asco por nada, nos comemos los mocos, nos rascamos la cabeza sin temor al qué dirán, nos tiramos al piso y en algunos casos comemos tierra, arena o cualquier cosa que se nos atraviese, básicamente, la mayoría de nuestro asco es aprendido.
Si se da una vuelta por la exposición podrá encontrar ojos suspendidos en frascos, parásitos, insectos gigantes, comidas asquerosas, e incluso un gabinete de asquerosidades, todo eso entre un sinfín de experiencias que lo involucrarán directamente como espectador y lo harán sumergirse en el trasero de una vaca o meter su mano en cosas peludas y desagradables.
La curaduría del proyecto, según Falla, está planteada desde lo no lineal, no hay un orden específico y puede recorrerla desde donde mejor le parezca, se dará cuenta cuando lo haga que hay un trabajo de investigación previo, que contó con la profundización en los conceptos más básicos, en la búsqueda de autores que hablaran del tema y en un trabajo de reconocimiento de la sociedad colombiana que pudiera definir cuáles son las experiencias o situaciones que más producen esta emoción, posterior a esto, se produjo la construcción de la mayoría de elementos que encontrará expuestos y que han sido la clave siempre de este espacio en el occidente de Bogotá.
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