El embarazo en cifras
El embarazo adolescente en Colombia es un síntoma que revela la falta de información, consciencia y apropiación de métodos anticonceptivos en los jóvenes del país.
Cada vez que las encuestas hablan sobre el ascenso en el número de adolescentes embarazadas en Colombia, se encienden las luces de alarma y comienzan las preguntas. ¿Está funcionando la cátedra de educación sexual en los colegios? ¿Faltan campañas de sensibilización y promoción o comunicación entre padres y adolescentes? ¿Están padres y madres haciendo su trabajo en el hogar y el Estado se encuentra haciendo lo suyo?
Para el doctor Juan Carlos Vargas, ginecólogo y gerente de Investigaciones de Profamilia, el problema de los embarazos a edades tempranas tiene múltiples causas: desde la incredulidad frente a que esto les pueda suceder, la presión que ejerce el círculo social y la ausencia absoluta de los padres y educadores, que en muchas ocasiones ignoran el tema o lo tratan como si fuera una papa caliente.
Por su experiencia, el doctor Vargas sabe que más del 80% de los embarazos a temprana edad no han sido planeados, y esto conlleva muchas veces a una actitud de rechazo y ocultamiento de la gestación por miedo a la reacción de la familia, lo que trae como resultado un bajo, tardío o insuficiente control prenatal.
El embarazo adolescente ha llegado a considerarse un problema de salud pública, pues representa mayores riesgos para la mujer y el feto en edades extremas de la vida reproductiva de la mujer; es decir, antes de los 20 y después de los 40.
Los riesgos médicos asociados al embarazo en mujeres adolescentes están relacionados con hipertensión, anemia, bajo peso al nacer, parto prematuro, nutrición insuficiente. Estos factores elevan la mortalidad materna, un aumento estimado de dos a tres veces en la mortalidad infantil y, posteriormente, desnutrición, un bajo desarrollo cognoscitivo del bebé y corto alcance de logros académicos tanto para la madre como para su hijo o hija.
A esto se le suman la deserción escolar, la dificultad para ubicarse laboralmente por su condición de adolescente, el maltrato físico y psicológico de la madre al niño culpándolo de la situación que está viviendo y la interrupción de la adolescencia para asumir el rol de la maternidad.
Si usted es padre, estas son algunas ideas que le pueden ayudar a mejorar la comunicación con sus hijos:
- Usted debe guiar, informar y dar los elementos necesarios para que sus hijos sepan cómo llevar una sexualidad responsable; sin embargo, tenga en cuenta que no puede hacer un control total sobre sus decisiones.
- Tenga presente que al colegio le corresponde una parte en la educación sexual de su hijo (el componente teórico), pero no les delegue por completo esta responsabilidad. El éxito de una adecuada comunicación está en que padres, adolescentes y colegio formen equipo y trabajen juntos.
- Ante adolescentes poco comunicativos, busque siempre estrategias. Todos los jóvenes necesitan en algún momento desahogarse, logre identificar ese momento para que ellos y usted se sientan más cómodos. Inténtelo en el chat, en el carro, acostados en la cama de su hijo… el hecho de encontrarse en su espacio y sin tener que sostener la mirada puede ayudar para que un adolescente se exprese con mayor facilidad.
- No importa si su hijo es hombre o mujer, es importante que le haga entender que el embarazo es una situación entre dos y que cuando no está planeado puede ser un problema ya que marca un rompimiento en sus proyectos de vida: ahora lo importante es el bebé, su futuro y cómo mantenerlo y educarlo, labor que no deja mucho tiempo para estudiar o seguir el tren de vida que lleva una pareja de adolescentes común y corriente.
- Nunca piense que si no le habla de sexo a su hijo/a, no lo incita y, por lo tanto, no va a tener relaciones sexuales. El desarrollo físico produce por sí solo sensaciones de placer que son naturales. Trate de entenderlo, permítale que hable e intercambie conocimientos con él o ella sin que la conversación suene a una charla magistral, recuerde que está comprobado que con los adolescentes los discursos no funcionan.
¿DÓNDE PEDIR AYUDA?
Saber en qué lugar buscar las respuestas es fundamental para obtener información seria, relevante y responsable. Una alternativa es Profamilia Joven, donde el tema del embarazo en adolescentes es tratado de muchas formas, pero todas ellas enmarcadas desde una perspectiva de derechos; es decir, más allá de hablar de métodos anticonceptivos, hablamos de la posibilidad que tienen los adolescentes de decidir si quiere tener un hijo o no.
Profamilia Joven ofrece atención especializada en salud sexual y salud reproductiva a adolescentes y jóvenes entre los 11 y 25 años, allí puede obtener asesoría gratuita y personalizada en temas de sexualidad y planificación familiar, además de información y servicios médicos especializados para adolescentes. Para más información, ingrese aquí.
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