Exposición de Malegría en Casa Fuego
Este viernes 12 de mayo, Sebastián Malegría presenta “Las nubes nos separan”, una muestra de su trabajo pictórico inspirado en la turbulencia urbana.
Los murales coloridos que Sebastián Malegría realiza con aerosoles, vinilos, acrílicos o a partir de la técnica de sustracción del scratch habitan las fachadas destartaladas de espacios históricos en el Barrio 20 de julio, Los Mártires y Santa Fe, además de casonas que se resisten al olvido en La Candelaria o La Macarena. Con un estilo particular en el que lo totémico colinda con el arte bruto de Basquiat o el expresionismo de Klee, Malegría ha creado una obra llena de magia y extrañeza, que nos interpela al mirarnos a los ojos.
Este 12 de mayo en Casa Fuego (Cra 17 #36-32), el artista estará presentando una muestra compuesta por cerca de 30 piezas en diferentes técnicas y formatos. “Las nubes nos separan”, como se ha titulado la exposición, presenta a sus personajes característicos, seres dotados de una belleza a veces siniestra que se asemejan a alebrijes excéntricos que se desplazan y se ven desplazados por el ruido y el caos de la marginalidad urbanos. Con un trazo en el que se hace tangible el sentimiento brutal y la expresión del artista, sus criaturas vibran con una magia propia en el lienzo o la pared, brutales y maravillosos en sus contornos explosivos.
“Esta muestra da un panorama de mis últimos años de trabajo, en la que intento mezclar técnicas para obtener lenguajes híbridos e impuros”, explica el artista. “Son obras que he venido realizando en diferentes etapas de mi vida y las percibo como sedimentos de mis experiencias cotidianas. Con estas piezas intento dar cuenta de mis vivencias y, además, me permiten decantar lo que en mi interior ebulle”, añade. En ese sentido “Las nubes nos separan” se configura como un relato autorreferencial en el que Malegría plantea su afecto por la ciudad y su necesidad de escapar de ella para encontrar sosiego en el monte, lejos del mundanal ruido. Su mirada convierte lo cotidiano en un lugar para explorar la belleza insospechada que el transeúnte ignora en su afán de siempre llegar a otro lado.
“Se pueden encontrar trabajos en scratch o falso grabado, técnicas que aprendí de Ródez y con las que me siento fuertemente arraigado, que me traen muy buenos recuerdos cuando las estoy desarrollando, pus me remiten a la infancia”, explica sobre la pluralidad de herramientas que utilizó para dar forma a estas piezas. “Disfruto mucho del proceso, pues es incierto y azaroso, pero también me interesa el resultado, pues me identifico bastante con las imágenes resultantes. También hay grabados en diferentes técnicas, muchas de ellas aprendidas en mi último paso por Oaxaca, en el que tuve la oportunidad de realizar una micro residencia en el taller Gráfica Libre, ubicado en Zaachila. Allí experimenté con la litografía, el aguafuerte, el aguatinta y el monotipo. La verdad que quedé enamorado de cada una de estas variaciones del grabado”, complementa.
“Las nubes nos separan” inaugura este viernes 12 de mayo en Casa Fuego, en Teusaquillo, y se complementará con música en vivo a cargo de DJs y selectores de la movida independiente bogotana. Adicionalmente, la muestra tendrá la participación de viernes a domingo de distintos artistas que estarán realizando estampación en vivo. La magia de Malegría encuentra la inspiración en los espacios más insospechados y presupone una suerte de resistencia pues genera un arte confrontativo y astilloso, en cuyas esquirlas hay dolor y vida. Transitando por la calle del desengaño, Malegría recoge el amor, las historias del barrio, la memoria de las piedras y la belleza de la alteridad y del otro.
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