Los artistas urbanos transforman Palenque en un lienzo vivo
Las calles de San Basilio de Palenque se han ido llenando de colores y música a través de procesos culturales liderados por jóvenes de la comunidad. Uno de ellos escribe esta crónica en la cual el hip-hop y el muralismo son inseparables de las tradiciones palenqueras.
Las calles de nuestro pueblo, San Basilio de Palenque, se han convertido en escenarios de expresión, donde los artistas urbanos –o en este caso rurales– desafían las convenciones tradicionales para llevar su creatividad a todo el pueblo y sus visitantes. Grafiteros y muralistas han transformado las paredes grises y monótonas en obras de arte vibrantes que cuentan historias, provocan reflexiones y ayudan a la salvaguarda de nuestras manifestaciones culturales.
Un viaje por el pueblo
Para comprender mejor este fenómeno artístico es necesario dar un recorrido por las cada vez más coloridas calles del palenque de Benkos, un pueblo ubicado en las faldas de los Montes de María a 60 kilómetros de Cartagena. Palenque, también conocido como el África fuera de África, es además un corregimiento del municipio de Mahates, organizado territorialmente en dos barrios llamados Barrio Arriba y Barrio Abajo; estos barrios, subdivididos en sectores, están conectados por una calle principal en estado de pavimentación.
La mayoría de las calles son destapadas, caminando a través de ellas es posible reconocer los hermosos paisajes que se pueden apreciar en el territorio. Se trata de una comunidad pequeña, familiar, que actualmente tiene alrededor de 4 mil habitantes permanentes, este número puede variar producto de la diáspora palenquera que se encuentran residiendo en ciudades vecinas por ofertas laborales u oportunidades de estudio. Muchos jóvenes se han dedicado al turismo formal e informal y al mototaxismo. Pero las expresiones artísticas y culturales son una búsqueda presente en la población juvenil. Aunque la música y la gastronomía están entre los atractivos más destacados del pueblo, desde hace más de una década, el arte urbano empieza a ganar visibilidad entre los palenqueros.
El color comienza a poblar los muros de Palenque
“El muralismo en Palenque empezó como en el año 2010, cuando el movimiento rapero comenzó a tener auge. Los primeros en hacer murales en aerosol fueron el Kuagro de hip-hop palenquero, quienes ahora conforman la agrupación Kombilesa Mi. Recuerdo que una tarde nos unimos para comprar latas de pintura y salimos a tomarnos las calles”, comentó Luis Hender, conocido artísticamente como “El Azul”, un artista urbano palenquero de 35 años, productor musical y gestor cultural, quien desde muy joven desarrolló su gusto por el rap y el folclor palenquero, líneas musicales que le sirven de inspiración para sus creaciones.
Al igual que su aprendizaje musical, su acercamiento al arte urbano se ha dado de forma empírica, como suelen aprender los artistas palenqueros, y mejoró sus técnicas mediante colegas que fue conociendo a lo largo de los años. Luis consigue la pintura mediante programas de voluntariado que llegan a Palenque, como es el caso de la facultad de Diseño Industrial de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, que en 2016, 2017 y 2018 llevó a cabo el proyecto “Vacile palenquero”. Esta iniciativa consistía en el intercambio cultural de los estudiantes de último semestre y artistas palenqueros, para crear murales, canciones, instrumentos musicales y esculturas. Los murales que surgieron en ese proceso van encaminados a la salvaguarda de la tradición oral, una práctica cultural en peligro de desaparecer, y busca inspirar a toda una generación para que nunca dejen de contar esos mitos y leyendas palenqueros.
“Después de eso, llegaron desde Cali unas personas que tenían un proyecto que consistía en hacer siluetas con aerosol en diferentes lugares de la comunidad. Formamos un grupo de chicos e hicimos las siluetas”, agregó El Azul.
El arte urbano se ha convertido en una forma legítima de expresión cultural. Murales coloridos y complejas composiciones adornan casas, paredes y pisos atrayendo a turistas y locales por igual que quedan fascinados con las imágenes que se encuentran en el Palenque de Benkos. El muralismo, al igual que la música, se convirtió en un grito de resistencia, un homenaje vivo y representativo a la ardua lucha histórica de los primeros pobladores cimarrones comandados por Benkos Biohó, las almas rebeldes detrás del pincel representan el estado más puro de la revolución palenquera a lo largo de los años a través del arte.
Más que solo pinturas
El muralismo en palenque pasó de ser percibido como una práctica de “locos y flojos” a convertirse en una herramienta para plasmar y difundir la cultura. Se transformó en un elemento más de las manifestaciones culturales del primer pueblo libre de América y empieza a posicionarse como una de las principales atracciones para los turistas que lo visitan.
Cada mural puede ser una declaración política, una reflexión sobre la cultura local o una obra de pura estética. Para el 2020, cuando Estados Unidos se encontraba en pleno estallido social producto de las muertes de afroamericanos en condiciones de abuso policial, se creó un mural en Palenque alusivo al movimiento Black Lives Matter en forma de protesta y rechazo frente a lo que viven nuestros hermanos negros en Norteamérica.
“Soy uno de los precursores de los murales en Palenque, es una ruta relativamente nueva que se creó también a raíz de la escasez de espacios para expresar nuestras historias y nuestras posiciones a los visitantes que llegan. Porque yo soy de los que digo que en Palenque no hay mucho que mostrar pero sí mucho que contar, en un momento hicimos rayones en las paredes porque entendíamos el muralismo o grafiteo desde otra manera y cuando nació este tema del rap en palenque, salimos a escribir nuestro nombre en las paredes, luego de la transicionalidad del rap a RFP (Rap Folclórico Palenquero), en el que fusionamos el rap con los elementos y percusión tradicional de nuestra cultura, en ese momento comencé hacer murales con esa misma intención musical y cultural”, manifestó Andris Padilla Julio, conocido artísticamente como Afroneto, creador del RFP, director musical de Kombilesa Mi y pionero del muralismo en Palenque, todo esto a sus 35 años de edad.
La importancia cultural del Rap Folklórico Palenquero (RFP)
Kombilesa Mi, cuyo nombre en palenquero significa "mis amigos", fue fundado en 2011 y está compuesto por siete integrantes. En 2016, el grupo lanzó su primer álbum, titulado "Así es Palenque", el cual fue grabado en el único estudio de música disponible en San Basilio de Palenque. A lo largo de su trayecto, han establecido vínculos con otros grupos afrocolombianos que se dedican a trabajos similares en distintas ciudades de Colombia, como Rostros Urbanos en Buenaventura y Son Batá en Medellín.
El núcleo de estas iniciativas radica en el rap folklórico palenquero. De acuerdo con Padilla, el hip-hop ha sido ampliamente abrazado por la comunidad, especialmente entre los jóvenes, como resultado de su integración con la cultura y las tradiciones de Palenque, en contraposición a intentos anteriores de emular el hip-hop de otros países como Venezuela, Cuba o Estados Unidos.
En esencia, el rap folklórico palenquero ha contribuido significativamente a enseñar a la comunidad que el hip-hop es un género que inspira a sus seguidores a expresar sus opiniones y manifestarse. Afroneto ve en el mural un espacio para seguir contribuyendo a la preservación de la lengua palenquera y es una forma de vincular lo que canta con lo que pinta.
Dentro de sus murales más visitados esta “Sopa de letras palenqueras” una obra colorida con distintas palabras de uso cotidiano en la lengua palenquera, que sirven de guía a los turistas para familiarizarse con el lenguaje y recuerdan a los nativos la importancia de hablar palenquero en su cotidianidad.
“He realizado colaboraciones con miembros de la comunidad y con artistas internacionales como es el caso de El Azul y Viv Magia, una artista de Finlandia. Ellos han contribuido a mi crecimiento en técnica y visión y colores de mis murales”, agregó Padilla, quien al igual que El Azul asegura que incursionó en estas artes de forma empírica.
Un futuro prometedor
Los creadores de estos murales reconocen la herencia cultural y son conscientes del poder político del arte y de las imágenes. En momentos como este atraviesan un desafío en las próximas campañas electorales, ya que, al estar pintados en predios y paredes de propiedad privada, estas paredes suelen ser alquiladas por sus dueños para la elaboración de campañas políticas lo que genera controversia en los miembros de la comunidad palenquera: en días pasados apareció un anuncio de campaña política que fue pintado sobre un mural cultural generó un sinnúmero de comentarios a favor y en contra, a tal punto que aparecieron unas letras sobre el mural político que hacía explícito el reclamo: “El arte se respeta”.
A pesar de los desafíos, el arte urbano está aquí para quedarse. El impacto que tiene en nuestra comunidad es innegable, transformando paisajes monótonos en galerías al aire libre, convergiendo con manifestaciones culturales como la música, danza, gastronomía y peinados, las cuales también se ven plasmadas mediante estos murales a medida que los lugares adoptan una actitud más positiva hacia esta forma de expresión artística, es probable que veamos más murales y obras importantes en nuestras calles.
Los artistas urbanos son narradores de nuestros pueblos, los que cuentan las historias no contadas y los que agregan color y vitalidad a nuestro entorno. Así que la próxima vez que camines por una calle llena de murales o visites a san basilio de palenque, tómate un momento para apreciar el arte y la creatividad que impulsa a estos artistas a seguir transformando nuestros pueblos en lienzos vivientes.
Suscríbase a nuestro boletín
Sin spam, notificaciones solo sobre nuevos productos, actualizaciones.
Dejar un comentario