Mi otro camello: María Fernanda Forero
-Abril 11, 2019
Obligarse a bordar todos los días durante más de un mes y subir fotos del proceso a Instagram no solo terminó en que María Fernanda tuviera más seguidores.
El experimento la llevó a asumir el bordado como un proyecto personal con el que pretende acercar a otros a esa técnica.
Cuando María Fernanda Forero habla de los trabajos a los que ha renunciado para cambiar el rumbo de su vida, dan ganas de dejar la cobardía y seguir su ejemplo. Ella es diseñadora visual y ha trabajado en agencias de publicidad y en estudios de diseño, pero dejó esos trabajos para abrir una pastelería y, luego, irse a Estados Unidos para aprender inglés. Ahora que trabaja como freelance está dándole forma a Stay Crafty, una marca que ofrece talleres e insumos para bordado y otras técnicas manuales.
María Fernanda empezó a bordar para pasar el rato y decidió usar esa técnica para sumarse al 36 Days of Type de 2018, un desafío que funciona a través de redes sociales y que invita a sus participantes a hacer, durante 36 días y usando cualquier herramienta, las 36 letras del alfabeto.
El resultado la puso en los ojos de Casa Tinta, un espacio clave para el circuito gráfico de Bogotá donde terminó dictando dos talleres de tipografía bordada. Ahora, que se lanzó al ruedo con Stay Crafty, ha dictado dos más: uno intensivo y otro especializado en tipografía junto al colectivo Bogotá Lettering.
Stay Crafty tiene pocos meses de vida, así que la página web todavía no está completa. Sin embargo, la idea ya está marchando. María Fernanda está equipando su tienda en línea con materiales que consigue en Colombia y en otros países, y desde finales del año pasado vende kits de bordado como los que les da a quienes toman sus talleres. Entretanto, su trabajo ha sido destacado en Cromos (el artículo, en digital, está en El Espectador) y en Creative Mornings Bogotá, para quienes diseñó y bordó la imagen de su sexto aniversario.
¿Qué satisfacciones le brinda su proyecto personal?
Todas las emociones se viven con el bordado: lo amas, lo odias, te reconcilias con él y al final sientes que por fin lo terminaste, que le puedes tomar la foto. Bordar me hace ser más paciente, y me siento afortunada por eso. Mucha gente me ve bordando y me dice “¿Hasta ahora va ahí? Todo lo que le falta…”. Y no. Me hace feliz bordar, me hace feliz el proceso, me hace feliz no querer que todo sea inmediato. Es una técnica que enseña muchas cosas para la vida.
También me llena mucho recordar dónde estaba hace un año y ver todo lo que he avanzado desde entonces.
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¿Cómo encontró el rumbo que le ha dado?
Empecé con la idea de ponerle una frase inspiradora a los bolsos en los que venían los kits de los talleres. Diseñé el lettering de “stay crafty” que quiere decir algo como “mantente en el trabajo manual” y pensé “¿qué pasa si lo convierto en una marca? ¿y si no me meto solo con bordados sino con el trabajo manual en general?” En ese momento no tenía nada más que hacer porque no me salía nada de freelance, entonces me metí a hacer la marca, a definir la paleta, y mi chico me ayudó a hacer la página web. Yo antes lo veía imposible, pero compré el dominio, el hosting y se me empezaron a abrir puertas en la cabeza: “si ya tengo página, ¿qué más puedo hacer?”. Talleres, un blog donde dé consejos y unos videotutoriales para complementar los talleres. Kits con diseños distintos, también algo de descargables gratis, como el horario que uso para organizarme.
¿Qué papel han tenido las redes sociales en su proyecto?
Iniciando, fueron lo que me impulsó a seguir. Si no hubiese empezado con el desafío de 36 Days of Type, no habría hecho tantos bordados y no me habría metido tanto en el cuento. Pensaba que tenía que terminar el desafío para no defraudar a los poquitos seguidores que tenía en ese momento. Pero en las redes uno también se entera de lo que todo el mundo está haciendo y cómo lo está haciendo, así que puede ser inspirador, pero también generar demasiadas dudas. A veces pensaba que no era buena y que era mejor volver a un trabajo de oficina que me trajera más estabilidad, pero al final aprendí que las redes son espacios donde uno se alimenta y alimenta a los demás.
¿Qué consejos tiene para quienes aspiren a consolidar su proyecto personal?
Empezar a confiar en lo que hacen. A mí me tomó demasiado tiempo subir algo de diseño gráfico a mis redes. Eran solo fotos mías y de mis paseos. Al empezar a exigirme más y a publicar mi trabajo, vi que llegaban likes y comentarios y eso fue un impulso. Creo que es empezar a confiar en lo de uno, y para eso hay que arriesgarse. Pensar que incluso cuando a uno no le gusta lo que está haciendo, puede que a otra persona sí. Y la constancia: lo muestro, y si a nadie le gustó, no pasó nada.
Todas las imágenes son cortesía de María Fernanda Forero.
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