5 consejos de @CucarachaBiónica para retratos bordados
Cucaracha Biónica, diseñadora gráfica y artista del bordado, quien hizo parte de los invitados de esta edición del Festival Imago de Los Libertadores, nos comparte cinco consejos que aplica en sus retratos.
n tiempos en que la ilustración y las artes visuales cuentan con novedosas herramientas digitales, el retorno a medios como el dibujo y la pintura, y la exploración de técnicas mixtas que involucran la materialidad también están ganando talentosos adeptos. El bordado es una de estas técnicas que sorprenden con elaboradas e impactantes obras.
Katherinn Martínez es conocida como Cucaracha Biónica y bajo ese nombre publica en sus redes sociales su trabajo versátil en el cual el retrato es una búsqueda recurrente y el bordado es la técnica a través de la cual les da forma a algunas de sus representaciones de rostros. Katherinn es diseñadora gráfica y especialista en animación, hace tres años retomó el bordado con la intención de volver a aquellos días de infancia en los que se sentaba con su mamá a compartir las horas con agujas e hilos. Ahora el ritual es muy distinto: ha ido encontrando su estilo y experimenta, por ejemplo, haciendo retratos que mezclan bordado y animación. Cucaracha Biónica nos comparte estos consejos para hacer retratos con su técnica.
Pasar el dibujo a la tela
Lo primero que Katherinn hace es tomarle fotos a quien protagoniza el retrato, después elige una paleta de colores, crea los bocetos y entonces empieza el trazo con lapiceros para hacer el proceso de bordado mucho más fácil. Ella prefiere dibujar directamente sobre la tela trazo finos con un lapicero de colores variados; que cuida para que al final no quede rastro de ello. Esta es su herramienta favorita por el trazo y el control de la línea, aunque algunos artistas usan marcadores cuya tinta se borra con el tiempo, y otros usan carboncillo o pasan el dibujo con papel transfer. Cualquier material que utilices puede funcionar, dependiendo de tu estilo y el acabado que busques. Ten en cuenta que esta será la guía para tu bordado y que esos trazos iniciales también pueden permanecer hasta la versión final.
Ejercitar las manos
Además de la tela, las agujas y los hilos, las manos son el instrumento principal para bordar. Katherinn insiste en la importancia de estirarlas cada quince minutos, con ejercicios para los dedos y las muñecas: se trata de un arte muy inmersivo y uno puede quedarse horas bordando sin sentir el paso del tiempo, por eso es bueno cuidar el efecto sobre el cuerpo, como en cualquier otra disciplina: la posición, los ojos y las manos. Según ella, “si uno no estira, termina el otro día con las manos vueltas nada; entonces recomiendo hacer pausas activas y ejercicios”. Ella recomienda usar pañitos de agua caliente con regularidad y tener una rutina de estiramientos para evitar la tendinitis.
Lavar la tela y tener buenas agujas
Para bordar se necesita un lienzo limpio para que la imaginación fluya. Katherine recomienda que al terminar cada obra se lave el bordado con jabón para manos y así darle un buen tiempo de vida útil a la tela. Ella usa tela de cortina o tela voile, que tiene una textura un poco traslúcida. Pueden conseguir las agujas en cualquier papelería, preguntando por “agujas para bordar”. En cuanto a los hilos, ella suele usar los de algodón de marca DMC que tienen una gama de color amplia.
Conservar la paciencia y el amor al bordar
Katherinn habla de estas dos cualidades como las más importantes. Para ella, bordar es como meditar y mientras lo hace no piensa en nada que no sea eso. Es un trabajo íntimo y que requiere concentración, pero en el cual no faltan los errores. “A veces uno ya va por la mitad y se da cuenta de que cosió junto con otra tela, de repente tienes dos telas pegadas que ni idea de dónde salieron”, recuerda Katherinn. “Descoser y tomar otro camino lleva consigo muchísima dedicación, una obra se tarda alrededor de 23 horas seguidas en estar lista, después de realizar el boceto”, agrega. Cuando tiene proyectos que necesitan más concentración y tiempo su ritual es ir a casa de su mamá, con quien comparte esta actividad.
Arriesgarse técnicamente
Cada proyecto, personal o por encargo, tiene unas bases de la técnica, pero también un amplio margen para aventurarse. Para Katherinn es clave poder disfrutar de esas libertades y partir de los fundamentos para introducir innovaciones. Para su más reciente serie de obras, se basó en un concepto de “Caos”. Eran retratos bordados cuyo sentido estaba al reverso. “A mí me interesa mucho ver, por ejemplo, el revés de las obras y entender que detrás de cada persona hay un caos que desconocemos, pero es muy lindo. Con eso en mente empiezo a buscar y a direccionar lo que quiero expresar y como quiero expresarlo”, afirma.
Y el último consejo es muy especial para quienes les interesa la animación
Dar movimiento a los retratos
Este es un proceso aún más largo. Katherin lo describe así: primero se hace la animación digital que se divide en 10 bocetos o cuadros y se traduce a 10 telas dispuestas para bordar. Después se imprimen y cada boceto impreso se dibuja sobre las telas. Comienza a bordar y cuando está listo se toma una foto del resultado de cada una de las 10 telas. Las fotos se llevan a edición en After Effects y allí el hilo cobra vida sobre la tela para dibujar estos retratos bordados en movimiento.
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