Cuatro clásicos de la salsa ilustrados
Lo que diferencia a la salsa brava de muchos géneros es su narrativa lírica. Cuatro ilustradores colombianos interpretan visualmente las historias contadas en clásicos como “Pedro Navaja” y “Sabiduría”.
Lo que hoy conocemos como salsa es un género musical que se ha cimentado en un menjurje de ideas y apuestas de diferentes artistas que han dejado a su paso algún ingrediente para este acompañante de una buena juntanza. Todo comenzó por allá en 1960 con la migración de latinoamericanos (principalmente cubanos y puertorriqueños) a Nueva York, integrando las raíces afrocaribeñas en el jazz, el son cubano, el guaguancó, el son montuno, el bolero y el chachachá.
La salsa es un legado construído de historias, de vidas, de voces, de lo popular en Latinoamerica: el barrio, la familia, la discriminación, la violencia, las decepciones, la pasión y todo aquello que nos desenfada los pies y la risa al son de los trombones y las congas.
Esta es la percepción de cuatro ilustradores que ponen en imágenes el ritmo de canciones legendarias de la salsa brava.
Lo que dijo la gitana
(Ismael Rivera)
Zorro Zombie
El sonero mayor, Maelo y el brujo de Borinquen, eran solo algunos de los tantos seudónimos del gran Ismael Rivera, quien luego de cumplir su condena de cuatro años en una cárcel de Kentucky por posesión de drogas decidió rehacer su vida y crear su propio bochinche musical, la orquesta Ismael Rivera y sus Cachimbos.
Sin tanto pereque, en 1969 lanzaron su segundo álbum, Controversia, producido por Tico Records en Nueva York.
En este álbum resaltó una canción: “Lo que dijo la gitana”. Este tema aparte de sabor trae un presagio, como una bola de cristal en la voz tostada y rasposa de Ismael conocemos una historia que bien pudo ser de él mismo o de un colega, pero con la que muchos se podrían identificar. Una gitana le lee la mano para contarle que ni un peso va a tener pero amores no le van a faltar, en un tono burlesco este acepta su destino dejando que se lo pisoteen y jueguen con su querer. ¿La razón? Su debilidad por las diosas del mundo: las mujeres.
“Porque en la palma de la mano está
Que muy claro leo que serás feliz
Serás feliz, con tus amores
Aunque se burlen sin piedad de ti”
Sabiduría
(Orquesta Narváez)
William Pineda
Historias raras y la de esta orquesta fundada en Brooklyn por un culicagao de 14 años fascinado por el trombón, Dewell Narváez. Esta orquesta es representante del boom salsero en Nueva York en los setentas, lastimosamente solo han sacado dos álbumes, Reincarnation y 65 Infantería, ¿y cuál fue la razón si eran tan capos? Pues luego de su separación en 1975 tras lanzar su primer álbum Reincarnation, su productora Tico Records fue vendida a Fania Records, esto detuvo el contrato y la grabación de más álbumes para la orquesta. Reaparecieron y reencarnaron en 2013 para sacar su segundo álbum, 65 Infantería como homenaje a los militares puertorriqueños que lucharon en la Primera y Segunda Guerra Mundial. Al son de hoy, de vez en cuando azotan baldosa y hacen conciertos.
Pero a lo que llegamos, en Reincarnation hay un tema que sobresale, un golpe a la ingenuidad adolescente, en “Sabiduría” nos bailamos las decepciones que poquito a poco vamos aprendiendo de la vida.
La historia es simple, un pelao’ de 16 años está en esa etapa de comprender cómo funciona esta vaina de vivir, tiene una noviecita y todo va bien hasta que su amigo de 26 años se la “cachetea” tras dejarla mucho tiempo con él. Aquí entonces se encuentran dos pérdidas y desengaños; el primer corazón roto y la primera traición. El pelao’ con esto solo reafirma las palabras de su madre en desconfiar de todo y su fracaso se torna en una epifanía de la vida para evitar casarse.
“Aprendiendo de la vida
Cada amor dejó una herida
Poquito a poco voy aprendiendo de la vida
Esta traición me dolió y me llegó hasta el corazón
Poquito a poco voy aprendiendo de la vida
Muchas mujeres hay en la vida
Para mí no eres la preferida”
Pedro Navaja
(Rubén Blades y Willie Colón)
John Varón
Este dúo de narradores de la salsa por excelencia no podía estar fuera de esta lista. Eran finales de los sesenta y ambas leyendas estaban comenzando su camino de gloria en una mezcla con son cubano, jazz, guaguancó y otros ritmos que serían la composición de lo que hoy se conoce como salsa intelectual. Dentro del sello de Fania Records, en 1978 estos dos se fueron contra lo que estaba pegando en el momento, la música disco, lanzando su segundo álbum juntos: Siembra.
Esta joya musical ha sido el álbum más vendido por la discográfica y en la historia de la salsa. Contiene canciones como “Plástico”, “Siembra”, “Dime”, “Buscando Guayaba” y “Pedro Navaja”. Esta dupla creó sin duda una obra que le brindó al género un propósito más allá del goce: la consciencia y la denuncia. Con letras que a la luz de hoy retratan la cotidianidad y el perrenque latino.
“Pedro Navaja” es el tema de salsa que no sabemos cómo pero en nuestra memoria está, como si al nacer estuviera en el registro civil de los recuerdos. Esta canción es una maqueta musical de casi cualquier zona difícil de Latinoamérica, donde convergen personajes como el pillo, la trabajadora sexual, el borracho y el policía en este caso. Pedro Navaja es un man más bien rayado, siempre está listo para quebrar gente con la navaja que esconde en su gabán. Una noche, Pedro Navaja persigue a una trabajadora sexual pero para su sorpresa esta carga un revólver en la cartera, al apuñalarla esta le dispara y ambos mueren en una acera de un barrio hispano en Nueva York, más tarde un borracho pasa, se lleva la navaja, el revólver y dos pesos, y es que como lo dice el maestro Ruben Blades, esta canción es “una novela kafkiana a nivel de callejón”.
“Y Pedro Navaja cayó en la acera mientras veía a la mujer
Que revólver en mano y de muerte herida a él le decía:
“Yo que pensaba: hoy no es mi día, estoy sala’
Pero, Pedro Navaja, tú estás peor: tú estás en na'”
Y créanme gente que aunque hubo ruido nadie salió
No hubo curiosos, ni hubo preguntas, ni nadie habló”
María Teresa y Danilo
(Hansel y Raúl)
Infausta
Estos cubanos llegaron en ese boom salsero neoyorkino que adoptó las escenas musicales de las primeras orquestas, fueron entonces cofundadores de la banda La Charanga 76 de la cual hicieron parte desde 1976 hasta 1980. Si algo los destacó fue su estilo, ya que no ha sido la típica salsa para rumbear, ellos le pusieron sazón de la fina, enalteciendo instrumentos como violines y flautas dentro de sus temas, creando un ritmo más elegante y sutil pero sin perder el swing de los trombones y trompetas que retumban entre el pecho y el alma.
En 1980 se conforma como el binomio Hansel y Raúl, dejando la banda que crearon con sus colegas en 1976. Esta decisión les permitió tener una mayor libertad creativa que los llevaría a grabar más de doce álbumes y a ser reconocidos mundialmente, sonando en toda Latinoamérica, Europa, África y Asia.
Si algo nos gusta es el chisme y este drama familiar es una telenovela latina hecha canción. María Teresa y Danilo son un matrimonio de la alta sociedad, tienen dos hijas y la mayor pronto se casará pero todo se va patas arriba cuando Danilo ve al novio y reconoce que es su hijo, le prohíbe en secreto a su hija casarse ya que son hermanos. Pero la muchacha enamorada y bien entusada le cuenta el dilema a María Teresa, y lo que se destapa es la bomba pues Maria Teresa le confiesa a su hija que Danilo no es su padre y puede casarse con su tinieblo sin problema alguno.
“La boda está cancelada
Y es por el bien de los dos"
Ese hombre al que tú amas
Ese es tu hermano mayor
No se lo digas a tu madre (Ay, bendito)
Pa’ no causarle dolor”
Suscríbase a nuestro boletín
Sin spam, notificaciones solo sobre nuevos productos, actualizaciones.
Dejar un comentario