Así hice la imagen oficial del Salón Visual Bacánika 2024
La ganadora del Salón Visual Bacánika en 2023, Giuliane Cerón, nos comparte cómo elaboró el cartel oficial de este año. Nos cuenta de su inspiración, los desafíos que enfrentó y la evolución que tuvo con el proyecto, guiada por Sebastián Gélvez, nuestro director de arte, quién también comparte algunos apuntes del proceso en este detrás de cámaras.
Cuando trabajas en un proyecto, puede que adviertas que las aparentes coincidencias surgen con más frecuencia de lo que podría explicar el azar, casi como si una mano ajena guiara la tuya en una dirección determinada. Como si una sabiduría interna orientara tus movimientos con delicadeza. La fe te permite confiar en las indicaciones sin necesidad de entenderlas.
David Lynch, Atrapa el pez dorado (2006)
La primera vez que me sumergí en las páginas de Atrapa el pez dorado de David Lynch, no imaginé el profundo impacto que tendría en mi vida creativa, por la forma en que explora la creación en relación con la espiritualidad y la meditación. Este enfoque y filosofía me inspiró a plasmar el viaje creativo del afiche del Salón Visual Bacánika 2024.
Desde el principio, tuve claro que quería capturar la esencia femenina en toda su complejidad. Más allá de los estereotipos convencionales, mi obra en general busca representar la feminidad sagrada en su plenitud; y esa también era una forma de destacar que el año anterior las ganadoras fuimos tres mujeres.
A pesar de la "evolución" que ha tenido el papel de la mujer en la sociedad, las representaciones femeninas aún están influenciadas por una perspectiva masculina. Necesitamos más imágenes que reflejen esta esencia en su totalidad, no solo vinculada a lo maternal o lo pasivo, sino también a aspectos dinámicos y poderosos como la creatividad y la intuición. Y para eso es crucial que el diseño asuma un papel protagonista para interpretar la feminidad de manera precisa, evitando los estereotipos publicitarios y buscando representar la experiencia interna y la integridad de la esencia femenina, porque así puede ser más precisa la comprensión y aceptación de la naturaleza creativa y fluida tanto en mujeres como en hombres.
El proceso creativo comenzó reflexionando profundamente sobre el proceso mismo: lo que sucede en los estudios, en los talleres y entre los artistas, a quienes considero alquimistas capaces de transformar emociones, pensamientos y sueños en oro, como si estuvieran transmutando un metal.
Quería representar esta idea rodeada de la naturaleza, mi maestra en la alquimia de la transformación y la creación, pues aunque su función biológica principal es perpetuar la vida, lo hace de manera exquisita, con expresiones que embellecen el entorno sin ser estrictamente necesarias para la supervivencia.
La primera propuesta
Normalmente trabajo con grafito, pero esta ilustración decidí hacerla completamente digital. Fue complicado debido al tamaño del archivo y a varios desafíos técnicos que hacían el proceso menos disfrutable; me sentía un poco perdida y desconectada de mi centro creativo. Esto reafirmó un aprendizaje: ser honesta conmigo y mi propio proceso, incluso bajo presión. De lo contrario, corro el riesgo de bloquear mi intuición y creatividad.
Cuando finalmente envié la ilustración avanzada en un 90%, no fue aprobada. Nunca me había sucedido y fue, por supuesto, una experiencia dolorosa por el tiempo y energía que ya había invertido en ella. Pero volví a tierra firme. ¿De qué sirve la técnica si no puedes comunicar y llegar a acuerdos que solo son posibles desde la humildad?
Al principio, les envío a los ilustradores un moodboard que refleje lo que se espera del cartel. ¿Por qué? Porque a veces no tienen experiencia previa en la creación de carteles. Giuliane había realizado algunos dentro de la universidad, pero abordar un encargo específico es diferente. Le compartí referencias de personajes, situaciones, composiciones y colores, adaptados a su estilo y a las figuras femeninas. Investigué su perfil, su estilo gráfico y estética para asegurarme de que se sintiera cómoda con el proyecto.
Cuando presentó las primeras propuestas, adjuntó un archivo justificando cada elemento, pero en gran parte no se ajustaban a lo que se esperaba de una imagen para una convocatoria. Se inclinaba demasiado hacia un estilo editorial, dándole toda la importancia a la imagen. Supongo que esto puede ser en parte lo que se enseña en la academia, donde se enfatiza que la imagen debe comunicar mucho. Sin embargo, comencé a notar que si incluíamos el nombre "Salón Visual Bacánika", la composición pasaría por encima de la marca, lo cual no era deseable.
Sebastián Gélvez
Como ilustradora y diseñadora, he observado que a menudo nos identificamos demasiado con nuestras obras, olvidando que simplemente somos canales para transmitir, resolver un desafío o comunicar la intención del cliente o sociedad. Al interpretar el Salón Visual, me di cuenta de que me había aferrado demasiado a mi propio criterio en la obra, lo que hacía más difícil que el cartel cumpliera su propósito. A pesar de que la imagen era estética, el proceso no fue óptimo, y eso se veía en la pieza final.
Solté el miedo de entrar en contacto con esa humildad del espíritu. Aprendí que salir del miedo es posible, siempre y cuando el ego se convierta en un aliado en lugar de un enemigo.
Decidí hacer mi proceso más disfrutable y más intuitivo. La intuición desempeña un papel clave en el proceso creativo, porque me permite tomar decisiones eficaces en situaciones en las que no dispongo de toda la información necesaria, lo cual genera confianza en el proceso, incluso al trabajar con personas que apenas conozco y que quizás no entienden completamente mi estilo.
Y presenté una nueva propuesta...
Para mí las noches son meditativas; me dejo ir un poco para luego encontrar con nitidez la idea que quiere o necesita ser pescada como algo que se revela, entonces escribí entre dormida y despierta (después de meditar) una oración a este ser que quedó en el cartel oficial, que aún no existía:
“Ven, te invito a nacer de mí. Conjuro tu belleza, manifiéstate, esplendorosa. Estoy lo suficientemente expansiva y grande para sostener tu belleza para que atraviese mis dedos y mi mente. Si soy yo prometo honrar tu luz. Acepto la misión de tu belleza. Ven amada mía, a través de mis sueños, de mis poros, de mi pensamiento y de mi fuego. Empiezas a iluminar; yo cuido el centro; te alimento. Estoy aquí en el centro del mundo que habito”.
Nunca antes lo había hecho de esa forma. Escribo una vez completada la ilustración, así que fue un acto muy intuitivo y noctámbulo; quería conjurar algo hermoso, especialmente en un momento en el que la belleza parece escasear. La palabra abunda, pero la imagen con símbolo atraviesa una crisis, y es crucial desarrollar nuevos símbolos y representaciones que reflejen la diversidad y que nos permitan visualizar y reconciliarnos con el potencial creativo, sexual y espiritual de la expresión femenina.
Lo que hicimos con Sebastián fue combinar las ideas, la primera era una chica acompañada de aves y en este caso terminó la composición con peces; la segunda era una chica montando un pez. Él me enfatizó mucho en la composición, aprendí bastante de sus asesorías y quise intentar buscar y aprender más sobre el tema.
Cuando se crea un cartel para una convocatoria, es esencial considerar que las personas participan o no en función de su comprensión de lo que se busca, en este caso, se trata de una convocatoria de diseño, ilustración o arte. No era representar únicamente a la mujer pescando peces, así que Giuliane decidió añadir lápices entre las algas. De esta manera, construimos la composición desde una crítica constructiva para asegurarnos de que no resultara estática, sino que fuera rica y dinámica.Nos sentamos juntos durante una sesión de 15 minutos, y comencé a dibujar sobre la idea que ella tenía, no con la intención de rechazar la idea, sino de construir a partir de lo existente. A veces, es útil hacer anotaciones sobre un dibujo para transmitir mejor nuestras ideas, especialmente si se tiene un conocimiento básico de dibujo o ilustración.
S. G.
Al inicio no hubo tanta claridad para mí, pero luego me mostraron algunas piezas mías, que podían ser referencias de lo que buscaban y eso me dio más claridad: no tengo que ser otra, puedo ser yo con mis manos y seguir mi intuición. Usé como referente a mi hermana para mejorar la posición del personaje principal y empezó a ser un juego. La comunicación con Sebastián empezó a ser más fluida; sentí que empezamos a hablar en el mismo lenguaje: entendía más lo que él quería y él entendía mi punto o trataba de hacerlo.
La propuesta aprobada
Desde el principio, disfruté enormemente esta propuesta. Me propuse crearla con lápiz, mi técnica favorita, y me emocioné con la idea. Una vez aprobada la pieza, revisamos los elementos necesarios para diferentes piezas comunicacionales. Al final, entendí que no se trataba simplemente de una obra de arte, sino de una pieza comunicacional, y volví al concepto de sumergirme en un océano lleno de peces, en el que la creatividad se representa con el acto de atrapar al pez dorado, lo que ocurre cuando un creativo se sumerge en su mundo interno, el océano del campo unificado.
A veces, en etapas más junior de la carrera profesional, se percibe este tipo de proyectos como el de un curso, lo que puede llevar a sentir la necesidad de cumplir únicamente con el deadline, incluso avanzando sin haber obtenido la aprobación necesaria.
En esta situación, la imagen es relevante, pero la marca del Salón Visual es fundamental. Por lo tanto, nos centramos en los aspectos relacionados con el logo, las fechas y la información textual. En este punto Giuliane ya comprendía la importancia de estos elementos y se comprometió a abordar el desafío para evitar repetir lo sucedido al principio. Tomó cada comentario como una oportunidad de crecimiento, y esto se reflejó en el resultado final. En este campo, es crucial comprender las expectativas visuales del cliente y ser receptivo a las perspectivas de otras personas.
S.G.
Para mí, las texturas son vitales por su componente sensorial, así que decidí agregarlas a la ilustración. Me interesó que la pieza sugiriera al tacto, y empecé a explorar con pintura de vitral. Luego escaneé el dibujo y comenzamos a pulir los detalles como las algas que tienen forma de ojos y lápices. El resultado fue bastante surrealista y onírico.
Todo encajó perfectamente. Cuando recibí el logo del Salón Visual, noté que tenía un ojo de pez, lo que creó una conexión y sincronía interesante. Esto me hizo reflexionar sobre las palabras de David Lynch: la importancia de la intuición en la comprensión de la vida llena de abstracciones.
Esta experiencia me enseñó la importancia de seguir mi intuición y abrazar el proceso creativo con humildad y gratitud. Fue una oportunidad para crecer y aprender, y me emociona seguir explorando el enfoque femenino para amplificarse a través del encuentro profesional con otros.
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