¿Vale la pena estudiar música en Colombia?
Hablamos con gente inmersa en el mundo de la música nacional y esto es lo que nos contaron.
En Colombia, registrados dentro del Ministerio de Educación Nacional, hay 64 programas que ofrecen estudios de música. 49 de estos son pregrados, 6 son tecnológicas o técnicas, 6 son maestrías y 3 son especializaciones. El rango de precios de estos programas está aproximadamente entre 300 mil y 9 millones de pesos.
La industria musical global está en constante crecimiento y con las nuevas tecnologías el acceso a productos culturales es cada vez más fácil y puede llegar cada vez a más personas. Según un informe de 2015 de la Alcaldía de Bogotá, las plataformas digitales han aumentado el gasto que la gente hace en música ($49.9 billones de pesos en 2012) y en el 2017 se espera que crezca a $53.9 billones de pesos.
Que la industria musical haya crecido en nuestro país, no significa que de igual manera lo hayan hecho los estudios en música. Hablamos con músicos empíricos, docentes y estudiantes de música para generar una discusión alrededor de si realmente vale la pena estudiar música en Colombia.
Es músico compositor, gestor musical de Medellín y docente de la Universidad EAFIT. Su pregrado comenzó en la Universidad de Antioquia, pero realmente es graduado de Mannes School of Music de Nueva York. Realizó estudios en Dirección de Orquesta y una maestría en Composición Musical, todo esto en Estados Unidos.
Hace 28 años es docente en Medellín y comenzó en la Universidad Adventista. Hoy hace parte del área docente de composición musical de la Universidad EAFIT.
¿Qué piensa del hecho de estudiar música en Colombia?
Vale la pena estudiar música aquí y en cualquier parte del mundo. Creo que hay que ir detrás de todo lo que se haga a través de la pasión, el deseo y el impulso que se tiene como artista. El hecho de que ya en Colombia, en Medellín, existan lugares en donde se pueda trabajar profesionalmente la música hace que el campo cada día sea más atractivo.
A quienes quieren estudiar música o a quienes ya lo están haciendo, hay que decirles estudien con la mente abierta. Un músico en formación no puede sesgarse, no puede dejar de lado una corriente u otra por preferencia. La academia es el momento para escuchar de todo, para estudiar de todo: música clásica, música popular, electrónica y sobre todo música tradicional. La música es un solo lenguaje, tienen que explorar las diferentes variaciones de este lenguaje.
Lo que sí tienen que saber es que la academia no les va a dar todo. Las universidades nunca te resuelven la vida. Uno tiene que absorber lo que le interesa y luego empezar a conectar. No hay problema en aplicar el estudio de la música a lo que a cada uno le apasione: clásica, antigua, contemporánea, popular comercial, investigación… Lo que sienta. Las escuelas de música son el primer andamiaje de muchas posibilidades, todo empieza en la academia.
Ahora, hay que darse cuenta de que en este momento hay un crecimiento grande de la industria musical. Alrededor de la música se generan muchas dinámicas de gestión y de empleo.
No hay forma de que la música se acabe: es el alimento del alma, aunque no sea comparable con la comida. El hecho de que no sea una necesidad práctica, no la hace menos importante. ¿Quién puede vivir sin música?
Tiene 26 años y hace poco se graduó de música (composición) de la Universidad Nacional. Dice que decidió estudiar música sin preguntarse de qué iba a vivir, simplemente porque quería dedicarse a hacer música. Además de esto, estudió psicología en la misma institución.
Actualmente tiene una Big Band para la que compone y a la que le dedica la mayor parte de su tiempo y trabaja haciendo arreglos y dando clases particulares de piano.
Tengo 26 años, estudié música (composición) y psicología en la Universidad Nacional. Estudié música básicamente porque era lo que me apasionaba. Lo que me hacía más feliz. Nunca pensé en la plata ni de qué iba a vivir, sino en que era lo que me hacía feliz. Me gradué el año pasado.
¿Qué piensa del hecho de estudiar música en Colombia?
Para el compositor siempre es difícil y esto no pasa solo en Colombia porque quién quiere escuchar tu música y sobre todo cuando apenas estás empezando. Lo que sí pasa en Colombia es que es un poco más complicado porque todavía no tenemos la cultura de ir a escuchar música nueva.
Creo que es un camino muy arriesgado estudiar música, casi siempre acudimos a argumentos como el amor, pero es difícil moverse más tarde en el mundo de la música. Hay que rescatar que desde que tienes la habilidad para tocar un instrumento o para hacer un buena trabajo con tu voz, puedes buscarte trabajo desde que estas en semestres bajos. Te contratan para tocar el lugares y ambientar algunas ocasiones, pero eso mismo significa una inestabilidad financiera que es como una constante en la vida del músico.
Los que acabamos de salir de estudiar vivimos prácticamente de dar clases del instrumento que tocamos y eso casi siempre hay que hacerlo porque hay que vivir de algo mientras revienta lo que realmente quieres hacer.
La situación es similar en todo el mundo, pero a Colombia le falta una cosa que tiene, por ejemplo Europa: y es que allí hay asociaciones, entonces si alguien te contrata esas asociaciones velan porque haya un estándar de tarifa y que te garanticen determinadas condiciones. Acá no existe eso. Acá vale más tu poder de negociación con la persona que vayas a trabajar.
Algún tipo de entrenamiento hay que tener para pararse en una tarima a coordinar música con otra gente. Lo que pasa es que también culturalmente ven como músico al que se para a representar la banda en una tarima, digamos al cantante. Pero ¿cuánta gente hay detrás?
Tiene 31 años y es cantante de música popular. Su carrera como solista comenzó a notarse en el país aproximadamente desde el 2006. En el 2008 se ganó el premio a Artista de Mayor Proyección en el Género Popular en los premios El Despecho de Manizales. En el 2012 volvió a ser galardonado en estos premios con su canción “La Aventura” a Mejor Canción Popular.
¿Qué piensa del hecho de estudiar música en Colombia?
Yo soy músico de nacimiento. Me la he pasado toda la vida con instrumentos en la mano y cantando. Ni siquiera me gradué como bachiller por estar cantando en buses y en fiestas. A los 25 años, después de mucho luchar, logré grabar mi primera canción que se llama “Dices”.
No me arrepiento de no haber estudiado música porque lo que realmente he aprendido en el camino es que la mayoría de quienes estudian esta carrera se desempeñan mucho tiempo o toda su vida como profesores y no es eso lo que a mí me gusta. Los instrumentos que sé tocar (guitarra, piano, batería y acordeón) los aprendí a tocar con libros y con videos de Youtube.
Aun así me parece muy bueno que la gente estudie música si es eso lo que realmente quieren. La música, antes que cualquier cosa, es una pasión y necesita talento por encima de cualquier universidad. La felicidad de pararse una tarima y ver que la gente pagó por estar ahí y que se saben todo lo que vos cantás es maravillosa. Pero para pararse ahí lo que se necesita es talento.
Con 37 años, María Valencia es música clarinetista. Estudió Música en la Universidad Javeriana y actualmente hace parte de Meridian Brothers, el colectivo La Distritofónica, Mula y La Gran Resbalosa. Es además quien lidera el Festival Distritofónico de Bogotá.
¿Qué piensa del hecho de estudiar música en Colombia?
Si lo vemos de una forma pragmática, estudiar cualquier carrera es muy útil. Se necesita un título o un diploma de música para cosas como dar clases o para presentarse a ciertas convocatorias y concursos.
Ahora, puedo decir que realmente mi carrera profesional la he hecho afuera de la academia. Todo lo que he hecho a nivel profesional ha sido en la calle, en los lugares donde la gente está tocando, compartiendo con más músicos, escuchando música, aprendiendo de otros. La academia sí sienta unas bases, pero creo que fundamentalmente la carrera profesional de un músico se hace estando activo: tocando y participando de conciertos y otras actividades.
Claro que tener un profesor que te enseñe, no solo a tocar un instrumento, sino también que te guíe de alguna forma en ciertas cosas prácticas del oficio del músico, no está para nada mal. La mayoría de la gente con la que trabajo hoy la conocí en la universidad. Y eso es otro plus de la academia, que te permite irte rodeando de ese ambiente al que más tarde vas a salir.
Pero de todas formas, estudies o no estudies música, tienes que estar pendiente de lo que se está haciendo en tu ciudad, en tu país. Hay que ver dónde está la gente que está haciendo cosas para ir allá, para rodearse de esa gente.
En todo caso no es suficiente quedarse solo con lo que le brinda a uno la academia. En este país están pasando muchas cosas a nivel musical, lo único que falta es más lugares que le den espacio a la música nacional. Pero hay muchas cosas naciendo y fortaleciéndose ahora mismo.
// Las imágenes, en orden de aparición son cortesía de: Teodoro Posada, Mariangela Quiroga, Fanpage de Jhon Alex Castaño y Carlos Mario Lema. //
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