La primera vez
Perder la virginidad es un hecho que aún está rodeado de mitos. Llegó la hora de desmentirlos.
Estos son algunos puntos para tener en cuenta a la hora de perder la virginidad.
Llegó la hora de vivir una sexualidad responsable, sin mitos ni preocupaciones.
ener sexo por primera vez no debe tomarse a la ligera. Como todo en la vida, el sexo tiene consecuencias que hay que asumir. Hacerlo o no es tu decisión y solo tuya. No aceptes presiones de nadie, que a veces son disimuladas, como cuando dicen “si no lo haces conmigo, entonces habrá otra persona que sí quiera hacerlo”. Recuerda que tienes derecho a decidir si tienes o no relaciones sexuales y si quieres o no tener hijos.
Las burlas y chistes que los amigos suelen hacer te llevan a pensar que quizás ya debes tener sexo sin que estés seguro. No hay una edad definida para empezar a tener relaciones sexuales: desde que te desarrollas, tu cuerpo está apto. Sin embargo, que hayas pasado de la niñez a la adolescencia, no significa que estés listo para el sexo. ¡No!
El sexo es algo muy serio como para tener una mala experiencia la primera vez. Iniciar una vida sexual es algo más que un impulso, también representa placer y entrega; se trata de una apuesta emocional que abarca tu cuerpo, tus sentimientos y tus valores y, por supuesto, los de tu pareja.
Y si ya decidiste empezar tu vida sexual, ten presente que es importante que hables con tu pareja y ambos decidan con qué van a protegerse. Recuerda que tienes derecho a la intimidad sexual, la vida privada y el buen nombre. En entidades como Profamilia encuentras asesoría gratuita en temas de planificación familiar, derechos sexuales y reproductivos.
Piensa que ese primer momento sea en un lugar cómodo y privado, sin sustos porque alguien los pueda encontrar, ni afanes por terminar rápido. Tener sexo de prisa puede dejar un sinsabor para alguno de los dos, especialmente para la mujer.
Cuando te sientas preparado, sé sincero siempre, expresa lo que quieres y hasta dónde quieres llegar con tu relación. Así mismo, si tu pareja no quiere seguir o no está segura, deberás comprender que está en su derecho y no debes obligarla.
Ten presente que debes cuidarte desde el primer momento para evitar embarazos no deseados o infecciones de transmisión sexual. Esto no es solo “asunto de mujeres”: ambos deben tomar medidas preventivas. Un condón es el aliado perfecto porque ofrece doble protección. Usar el preservativo o cualquier otro método de planificación demuestra tu responsabilidad para ese momento que tanto deseas y te va a evitar un dolor de cabeza a futuro.
No olvides que perder la virginidad no debe ser motivo de angustia o miedo. Si bien es un paso importante, debes buscar ayuda, ya sea con tus padres o con entidades como Profamilia que brinda a los jóvenes asesoría gratuita.
Algunas creencias, como sentir dolor en la primera vez, son falsas. Revisa esos mitos, conversa con tu pareja y relájate para que tu estreno sexual se convierta en una experiencia hermosa y placentera.
Sé sincero contigo mismo y pregúntate qué es lo que realmente deseas, y si ya estás preparado. No porque tengas cierta edad o lleves varios meses de noviazgo, estás obligado a comenzar una relación sexual. Si te sientes convencido de que todavía no quieres acostarte con otra persona, debes decírselo con franqueza y esperar respeto por tu decisión.
Si estás preparado, relájate y ve avanzando sin prisa, pensando en los dos. Es posible que ese primer momento no se dé porque están asustados o indecisos; no te angusties y tómate tu tiempo. Las caricias y los besos deben acompañarse con ternura y cariño para que logres lo que estás buscando: una primera vez que recordarás toda la vida.
Recuerda que tu vida sexual es algo personal e íntimo que admite muchas variaciones, vivirla con libertad, sin miedos ni tabúes es fundamental. Lo importante es que cuando llegue el momento, estés informado y puedas asumirlo con responsabilidad.
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